El pueblo de Valle Santana es una pequeña población tranquila y calmada, pero a veces la tranquilidad encierra actividades inusuales, Villa Santana contaba con una pequeña escuela donde los niños acudían en búsqueda de diversión, la cantidad de jóvenes no era muy grande puesto que este pueblo era reconocido por ser asidero de personas mayores que solo buscan paz para pasar sus últimos días, las mayores aventuras en esta ciudad se podían visualizar en el comando policial donde el alguacil Robles dirigía con mano dura la justicia en el pueblo, hablar de Robles era sinónimo de confianza y rectitudes, altos valores morales y un expediente impecable reposaban sobre sus hombros, Augusto Roble vivía con hija Luna nombrada así por su madre antes de morir durante su nacimiento, Luna hacia honor a su nombre era un joven de piel blanca y figura moldeada de ojos color miel y cabello castaño, mirar a Luna era adorar la belleza de la noche.
El sueño de Luna era ver llegar por su la entrada del pueblo al aquel hombre que conquistara su corazón puesto que ella pensaba que su verdadero amor la desposaría y llevaría a hacer su vida fuera de ese pueblo que ella en secreto repudiaban con ansias, con el pasar del tiempo Luna fue esperando y esperando sin ningún cambio, En las noches de luna llena ella bailaba en la oscura noche invocando los espíritus nocturno ofreciendo su hermoso baile a cambio de que le concedieran su deseo, fueron pasando los años y Luna se convirtiendo en la mujer más hermoso de Valle Santana durante muchas noches Luna se quedaba en casa de Hanna y Karol sus dos mejores amiga contando historias de como seria su hogar con su verdadero amor.
Luna amaba pasar las noches fuera de su casa puesto que se escapaba a danzar y danzar hasta caer en el suelo pidiendo la llegada del verdadero amor, poco a poco esto se convirtió en su manera de vivir, por el trabajo de su padre se le permitía hacer este tipo de locuras mientras el cumplía noches de guardia en el puesto policial, al llegar a casa Robles le gustaba pasar tiempo con su hija acostado hablando o pasando tiempo de calidad, a veces el amor es un tanto sujetico porque para lo que algunos es muestra de amor para otros puede ser clara muestra de sacrilegio o desvergüenza, en la mitad de la noche Roble empezaba a beber licor hasta olvidarse de la rectitud que profesaba, Luna odiaba cuando su padre tomaba y tomaba puesto que se recordaba momentos oscuros que la perseguían durante su niñez, Augusto entraba al cuarto de la joven y pasaban cosas que para ella no eran nada cómodas, en el intento de darle amor que para él era cosa normal, ella se armó de valor y se negó puesto que ya era inhumano lo que estaba pasando con la joven, el borracho de doble moral se molestó, luego de esto inicio un forcejeo entre padre e hija en un descuido el borracho trata de seguir a la joven y en medio del acto de violencia pierde el control y resbala por las escaleras de la casa recibiendo un golpe mortal en la cabeza, la joven Luna sentía sentimiento encontrados pero en el fondo descanso puesto que se acabó la tortura que vivía desde niña. La joven reporto el suceso a la policía donde fue evidente que la caída se debía al alto estado de alcoholismo del asqueroso Robles. Desde ese día la luna de las noches de Valle Santana no volvió a menguar, todas las noches se veía una luna resplandeciente y llena de amor para dar
Luna recibió una herencia más una compensación por el trabajo de su padre vendió lo que pudo y se retiró del pueblo, pueblo que la vio crecer y morir al mismo tiempo porque la joven Luna llevara en su mente aquellos momentos en los cuales fue profanada su inocencia, por aquel sujeto de doble morar. Al final entendió que el verdadero amor puede ser corrompido que lo único que necesitaba para ser libre era unas cuantas botellas de alcohol y una escaleras muy bien ubicadas, la joven se mudó a la gran ciudad donde empezó otra vida sin mirar al pasado y dejando todo atrás.
Amigo muy interesante historia, casos de la vida real.
vienes otras mas amigo
Amigo, muy bueno tu post, eso me hace recordar una vieja historia en mi pueblo...