Cuando los tiempos son difíciles, a menudo anhelamos milagros al estilo del Mar Rojo. En cambio, Dios nos lleva al desierto y nos da maná. Cosas pequeñas, diarias. Miramos consternados y preguntamos:
"¿Qué es?"
(Que es, según algunos estudiosos, el significado literal de la palabra maná). No se siente como un milagro. Y sin embargo lo es.
(Que es, según algunos estudiosos, el significado literal de la palabra maná). No se siente como un milagro. Y sin embargo lo es.
En una crisis, queremos desesperadamente que nuestro "normal" regrese. No queremos esta nueva normalidad, incluso si la cruz que nos dan puede llevarnos más cerca de Cristo. Y aún así, encontramos nuestra curación a través de la rutina ordinaria, los aburridos milagros de la vida cotidiana. Podemos encontrar a Dios donde estamos, en lugar de donde queremos estar. Podemos aprender a crecer en amor por Él a medida que avanzamos, tropezando con nuestros miedos y tristezas. Podemos descubrir cómo servirle a Él en medio de nuestra insuficiencia, y cómo aceptar Su gracia en medio de nuestra autocrítica.
El milagro es que crecemos a través de este tipo de pruebas y tribulaciones. Claro, preferimos llegar al mismo lugar de una manera más fácil. Pero si el camino que nos han dado para caminar es rocoso, Dios todavía está allí con nosotros. Él está allí todos los días, en cada paso. Y cuando dar un solo paso es abrumador, hay una gran bendición en el hecho de que Él solo nos pide que demos un paso a la vez. Llámelo tedioso, llámelo difícil, llámelo mundano, todavía es real.
Esto ha sido todo por hoy lectores espero hayan disfrutado de esta lectura!
Se despide su amigo @josephcalderonx
Hay maná en tu vida todos los días, tal como hay en la mía. Eso es aburrido. Pero también ... no lo es. Es un milagro.
Esto ha sido todo por hoy lectores espero hayan disfrutado de esta lectura!
Se despide su amigo @josephcalderonx
Buena reflexión debemos encontrar nuestro todo en El Señor, nuestro Dios a través de su Hijo Jesucristo quien en medio del desierto de la prueba es nuestro Refugio y como sombra de gran peñazco en tierra calurosa y Él nunca nos abandona.