En el nombre de Dios
quedan huérfanos niños y madres,
mueren hombres bajo el terror
de la guerra, el hambre y la miseria
que explota en el cenit de la fe.
Se someten a la esclavitud
las minorías étnicas o religiosas,
se agreden los pueblos lejanos
y se invoca al perdón mientras
la mano asesina dispara el arma.
En el nombre de Dios
se veneran mausoleos sin alma,
se deidifican seres y países
y se rezan oraciones clamando
la justicia que no se aplica.
Se inventan pecados para someter
la rebelión que acude al rescate
del que mira su entorno desconfiado,
se cambian conciencias por dinero
y se crucifica a diario la esperanza.
Hola @joseph1956 un poema muy sentido y con mucha emoción, reflejando a mi parecer esa inquietud que muchisimos cristianos o que profesan una religión nos hacemos; ¿que clase de oración escucha nuestro Diós? ¿podemos engañar a los humanos, pero podemos engañar a Diós en nuestras oraciones o peticiones? no lo creo........