Permítanme comenzar presentándome, mi nombre es Josely Robaina con 23 años, esperando con ansias el 30 de enero, y así la llegada de mis 24 años, actualmente recién graduada de la universidad Romulo Gallegos en el área de la salud en Medicina. Siendo nacida de la ciudad Jardín de Venezuela, Maracay, solo he conocido un pedacito de mi tierra.

Cuando entendí que ahora era médico, que por primera vez y por fin tenía mi sello y mis propias responsabilidades en el gremio, me presentaron la oportunidad de ir a trabajar a otros lugares, y eso a su vez me dió la gran oportunidad de conocer un poco más de país, opte por un lugar cercano a mi casa (relativamente, con unos 56km de distancia entre mi casa y mi destino). La primera vez que sales de casa, comprendes dos cosas, la primera ahora eres tú contra el mundo, y la segunda, es que vas a extrañar tu cama. Así fue como de apoco, convencí a mis compañeros para irnos y arriesgarnos para trabajar en la costa, ¿Porque que sería mejor que trabajar en la playa? No se me ocurre nada mejor que estar en la playa por un año entero, para experimentar otro ritmo de vida, otra cultura, otra forma de vida diaria.

Elegí Chuao por el esposo de mi tía, quien vivió allá toda su infancia y parte de su vida adulta, nos llevó en la primera oportunidad que tuvo, para presentarnos su pueblo, su gente y mostrarnos su encanto, quedamos encantados con el lugar. Chuao fue mi pequeño sueño, recuerdo pasar horas hablando con mi papá de que sería hacer mi Artículo 8 en Chuao, ser la médico de un pequeño pueblito con un población de aproximadamente 1000 personas, autodenominados así mismos la maravilla del cacao, que han demostrado ser distintas oportunidades; pensar que logré algo que había hablado desde mi primer año en medicina, me dejó alucinada, y confiada de poder lograr toda meta que me proponga a largo plazo. En parte es gracias a mi terquedad, y al finito apoyo que he tenido todos estos siete años de medicina.

Con un muy mal carácter que me hace resaltar entre mis conocidos, siendo así una persona muy peculiar entre los que me conocen, me gusta pensar que soy leal conmigo misma, para siempre mantenerme siendo alguien sencillo. Cada que lo pienso me ha dado risa el saber que las personas por mi apariencia me ven como alguien sería y segura, cuando en realidad mi personalidad extrovertida y intrépida me ha dejado metida en problemas, los cuales en la mayoría de los casos terminan conmigo haciendo malabares para terminar con buenos resultados entre las manos.

Aún cuando la ansiedad siempre me mata, me he redondeado de personas tan curiosas y extrovertidas como yo, que cada día me hacen mejorar, y de poco pasar de ser una persona del no, que prefería decir no ante cualquier situación, a una persona del si, lo cual ha sumado en mi, y ha echo probar cosas nuevas, conocer nuevas personas, aprender cosas nuevas, abriendo así nuevas puertas en mi vida.