Danza indígena, última gozada como despedida de la selva.

Era nuestro último día en la selva.
Y como despedida el pueblo de Kosñipata nos ofreció un regalo excepcional. Nos ofrecieron un baile, una danza típica del lugar, de los indígenas que habitaban estas tierras de la selva amazónica peruana del Manu.
Nos ofrecieron la danza que los jóvenes ofrecen como parte de su atractivo turístico, que desean ofrecer para promocionar el turismo en la zona. Fue un acto medio improvisado y por tanto nos ofrecieron la danza en el polideportivo de Kosñipata para que lo pudiéramos grabar y llevárnoslo de recuerdo. El lugar ideal para la representación hubiera sido la selva, la naturaleza, como escenario por que así era como se representaba en sus orígenes. No pudo ser, no había tiempo ya para más. Debía ser hoy o no Mañana nos marchábamos.
De todas formas fue una gozada poder grabar esta danza y disfrutarla en vivo y en directo.
Nuestro respeto y agradecimiento más profundo.

Después había que preparar la bolsa de viaje. Última noche que dormiríamos en la selva, acompañados del silencio de la noche, un silencio formado por múltiples sonidos vivos y última vez para deleitarnos mirando la inmensidad de estrellas que nos observaban limpias y brillantes, y despedirnos de nuestra estrella, Basíleia, elegida por nosotros...
Buenas noches, selva... ha sido un gran placer conocerte.

"El Viajero"