Como tatuada en mis recuerdos viene a mí cada vez que cierro los ojos aquella mirada dulce que fotografiamos para la memoria. Profunda, dulce, sincera.
Me encanta mirar las estrellas cada noche porque me llevan al único lugar donde siempre quiero estar. Cuando la pena, la rabia, la tristeza o el miedo me arrebatan de mí, es tu mirada la que recuerda cuan afortunado soy.
Lo bello de la luna es ver su brillo reflejado en ti. Conexión, dijiste. Mírame, dices.
Eso es lo nuestro. Los momentos viven mientras se deseen. Suspiramos encuentros poderosos. Vida nueva en goce y quietud, en pasión y virtud. Te regalo cada memoria, cada recuerdo y cada sueño, porque sé que en tus instantes me paseo, como quien lo quiere todo, lo sabe todo, lo hace todo.
Bienvenido y felicidades por tus sentidas palabras. ¡Saludos!