Hola queridos lectores, hoy deseo compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la resolución de conflictos desde la biocoherencia y las propuestas de Fernando Callejón.
En primer lugar, es importante reconocer la relación entre lenguaje, sentido y conflicto. Conocer las leyes del lenguaje es conocer las leyes del sentido. No hubo hombre sin lenguaje y no hay lenguaje sin hombre. En la teoría de la medicina psicobiológica, el lenguaje es el origen de la enfermedad. No hay enfermedad sin lenguaje, en tanto es el lenguaje el que otorga sentido al mundo y por tanto sentido a los eventos.
Cada órgano tiene su lenguaje biológico. Toda la actividad de los tejidos y las partes del organismo se expresan ante la tensión que origina un obstáculo a su función y la relajación que sobreviene por la satisfacción de esa función. Este lenguaje biológico es la comunicación de la percepción de los órganos.
El lenguaje ha sido la fuerza más transgresora de la naturaleza. Ha creado y modificado todo aquello que alguna vez fue del orden de la naturaleza. La enfermedad humana se ha vuelto un hecho cultural. El ser humano, con el lenguaje, se ha alejado de la naturaleza y ha sido capaz de crear enfermedades culturales. En donde ya no hay intento natural de superar un obstáculo, sino litigios de sentido.
Todas las enfermedades que hoy llamamos crónicas o incurables, expresan esta dificultad. No las vamos a curar resolviendo situaciones personales concretas, sino modificando las bases culturales que las han hecho nacer. Mientras no comprendamos esto, solo podremos sobrevivir en base a programas de supervivencia y no vivir con las posibilidades inimaginables que nuestra misma biología nos propone.
Desde el sentido, nuestro lenguaje, es posible superar los conflictos biológicos y por tanto las enfermedades y dificultades en nuestra vida cotidiana.
En próximos post seguiremos compartiendo ideas en torno a esta temática, ¡espero les guste!