Conseguí un empleo pero preferí Steemit

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¡Saludos, queridos lectores!

Motivado por un este post "Conseguí un empleo pero preferí Steemit" de la usuaria @lennagabriela, decidí contar mi propia historia sobre cómo preferí Steemit a un trabajo tradicional.

El año pasado, a estas alturas de marzo, las cosas no estaban tan terribles como ahora. No me veía en necesidad de buscar un trabajo tradicional, pero aún así lo hice: empecé a repartir mi currículos a diversas tiendas y comercios. No obtuve nada, ni una llamada.

El año pasado, en agosto, ya estaba empezando la crisis a golpear con más fuerza. Empecé a interesarme con los negocios por internet, las criptomonedas, los PTC y todo el ecosistema del internet. Empecé a ganar dinero, no mucho, pero si para sortear ciertos obstáculos. No recibí ni una llamada de los sitios en los que había dejado mi currículo.

En diciembre, con un poco más de lectura sobre los temas de ganar dinero por internet, ya estaba ganando una cantidad suficiente como para aportar en mi casa, algo de lo que me sentía orgulloso. Se me habían olvidado ya los currículos que con tanto cariño preparé e imprimí, que luego fueron despreciados; estaba con mi mente en otras cosas.

Conocí SteemitCarina. ¿Me estás diciendo que todo lo que hacía gratis y que me guardaba para mí mismo ahora puede ayudarme ahora para ganar dinero? No me jodas, mujer." en Febrero, grata sorpresa. ¿Qué me gustaba hacer en mi tiempo libre? Escribir. "¿Supiste que puedes ganar dinero por escribir?", me dijo mi hermana @carinaajmg, yo respondí, con cierta ansiedad y con la paranoia de que no me fueran a joder, "No me jodas,

Básicamente lo mismo que sienten todos los que llegan es lo mismo: luego de la etapa en la que te sientes abrumado, pues no conoces los términos y fundamentos de Steemit, empiezas a sentirte en una especie de Edén, en alguna especie de reino escondido.

Si me preguntaban hace unos meses "¿Crees que puedes conseguir una comunidad llena de gente culta, amable, dispuesta a compartir sus conocimientos, donde puedes leer y aprender de casi todo lo que se te venga a la mente, escribir sobre lo que te salga de los rábanos y, de paso, cobrar por ello?", mi respuesta hubiese sido "Nup, no me vengas con pérdidas de tiempo, fastidioso".

Hasta ahora no es que me esté enriqueciendo con Steemit pero, dios mío, que alivio se siente cambiar 8 horas haciendo recaptchas o matando vacas en Runescape por 8 horas leyendo, escribiendo, comentando e interactuando con personas que vienen con los mismos objetivos que tú: crecer como personas, compartir los conocimientos y, lo que más adoro de Steemit, fomentar el arte mediante buenas recompensas económicas para los propios artistas.

He de destacar que hasta inicios de marzo de este año, un año después de que entregué mi currículo en las tiendas, no había recibido ni una llamada.
El 7 de marzo me contactaron.

Luego de llenar una hoja de vida en el segundo piso de un supermercado, me subieron en ascensor a la sala de juntas. Allí me harían mi entrevista de trabajo, la primera en mis 18 años de vida. El puesto de trabajo que se me ofreció fue el de ayudante de almacén: básicamente cargar cajas y mercancías pesadas; los horarios eran desde las 8 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde, sueldo mínimo y cupo alimenticio. Debía dejar de estudiar a mitad de semestre: los horarios del trabajo me chocaban con los horarios de la universidad y, de paso, la política de la compañía exigía dedicación completa de parte de los empleados.

Dejar de estudiar, no tener días libres, no tener tardes libres, trabajar forzosamente y recibir pagos mensuales insuficientes para lo que se necesita realmente, sacrificar horas de lecturas... ¿Qué hice? Pues solté un educado "no, gracias. Este empleo no me conviene" que en el fondo era un repelente "¿Me llamas con un año de retraso?, pues ahora me pagan por escribir juajuajua".

En fin, Steemit es lo mejor de lo mejor.

Debo agradecer a todas las personas y a todos los grandes creadores de contenido que, en su día a día en Steemit, han provocado sentimientos sumamente positivos en mi vida. Aunque no lo crean, me motivan a seguir adelante.

Y mucho.