El día que mi prima llego a casa con su pequeño David, lo amamos por ser nuestra gran bendición, era el primer bebe en muchos años en nuestra familia (más de 15 años sin un pequeño en casa), en particular lo ame como mi propio hijo, ya que, mi prima es como mi hermana y era mamá soltera así que se imaginaran como consentimos al bebe.
Al transcurrir los años observamos que nuestro pequeño David no le gustaba mucho jugar con ningún niño vecino, en lo particular me pareció algo normal, para ningún pequeño es fácil hacer amigos; luego se dio el tiempo donde debía iniciar el preescolar o jardín de infancia, allí observe algo muy particular cuando fui a buscarlo estaba sentado solo en una esquina del aula le pregunte a su maestra si había ocurrido algo con él y su respuesta fue que durante toda la mañana David la había pasado en aquella silla. Esto lo comento, a mi prima quien decide llevar al pequeño a un especialista para saber que ocurría en él, pues todo su comportamiento día a día para ella como madre no era normal.
Esos días transcurrieron normal hasta que le realizaron exámenes para observar qué ocurría, en realidad nunca comprendí ese asunto hasta que ella me comenta que había sido diagnosticado con autismo, no comprendí bien lo que me decía así que decidí investigar al respecto y me encuentro que el autismo es una alteración en la capacidad del niño para relacionarse con otros.
Según lo definido el autismo “es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital”
Mi reacción luego de leer todo lo referente a esto es saber cómo a partir de ese momento trataríamos a mi David, investigue y comentando con mi amiga Andrea me dice que esto es algo que no necesita ser tratado de forma distinta que en ocasiones solo se alteraran o estresaran por algún ruido y que evitaría contacto con nosotros.
Todo esto se lo comento porque mi pasión por la educación nació luego de esto porque día a día aprendí distintas estrategias para enseñarle, además note que le fascina toda la ciencia (matemática, experimentos así como cultivar la tierra). Para enseñar matemática utilizó un lenguaje muy fácil y me apoyo en sus juegos de construcción (bloques) y cada vez que estamos en un jardín, trato de enseñarles las propiedades de la tierra y cada experimento me ayuda para problemas más complejos de la naturaleza. Ya que, mi pequeño está en secundaria. Todo esto lo comparto con ustedes, para demostrarles que cuando las circunstancias son adversas siempre tendremos un provecho de ella.