Fuente
Escribir para mí es la construcción de mundos, hechos y verdades ambiguas que nos revelan aquello que muchas veces no podemos ver pero si crear. Espero que disfruten de está novela cuyas líneas estan escritas con dedicación, empeño y sobre todo mucha creatividad.
«Claro que nacemos para vivir, pero lo más importante en el vivir es el hacer, hacer lo que te llene de gozo, hacer lo que te nutra el alma y hacer todo lo que entregue sentimiento al otro» Autor.
Te digo aquí en silencio, shhh… ¡No hables porque se puede enterar! No sabe que te conozco, que tengo un amigo con el cual conversar. Ja, ja, ja, ella se cree astuta e inteligente, muchas veces se ríe de mí, me insulta y me trata como la propia escoria. Yo no soy una mala persona ¡Ella! Ella me obliga hacerlo todo, sus encantos son tantos que yo no puedo poner resistencia ¡¿No sé por qué?! Bueno… ¡Realmente sí sé! Soy débil cuando de mi señora se trata, soy débil por ella, muy débil. Puedo decirte, dejo que me manipule a su antojo poniéndome a sus pies y haciendo su trabajo sucio. Sí, sí, si... ¡SHH, CÁLLATE! YO SÉ QUE ELLA NO ES LO QUE YO MEREZCO, ADEMÁS DE SER PROHIBIDO ¡PERO ES LO QUE QUIERO! TÚ NUNCA HAS COMPARTIDO CON ELLA PARA PODER DARME UN PUNTO CRÍTICO. Cuando está dormida es lo más tierno que pueda estar sobre este mundo, sus cabellos dorados cual rayo de sol iluminan mis ojos cada vez que la veo, su piel blanca y suave cual nube sobre el cielo azul, sus labios rojos como la sangre oxigenada que recorre mi cuerpo me recuerda la vida misma. Es única y es la que me ha soportado y la única que lo sigue haciendo en todo momento. A pesar de mis errores y de no poder cumplir muchas veces con lo que me pide. Le debo mi vida y juré pagársela así sea con mi propia muerte, además ¿Qué es eso? Ja, ja, ja... ¡Yo sé que es! No por experiencia propia, solo puede decirse que soy un ayudante de «la pelona» ¡Shhh! te he dicho que no hables muy duro porque nos puede escuchar, está durmiendo en ell piso de arriba y tiene un sueño muy ligero ¡No te vayas! quédate conmigo, no me dejes solo. Me siento triste, abandonado, sin ningún otro a quien contarles mis desgracias, sinceramente son las desgracias de otros pero el secreto quedará entre nosotros. Te diré que la amo y al mismo tiempo la odio, muchas veces me gustaría acabar con ella para no seguir sufriendo en este mundo, no hacer lo que ella quiera, ser libre. Me gustaría probar la libertad por un instante, respirar aire puro que oxigene mis pulmones, no sentirme asfixiado, comprimido y sin valor ¿Escuchas eso? Se levantó ¡vete, vete! acaba de despertar ¡vete! y no te vuelvas, si te descubre terminará contigo y luego vendrá por mí. Tengo miedo y me comprime el corazón al mismo tiempo que aumenta mi arritmia cardíaca ¡Adiós! Será en otra oportunidad ¡Escapa!
El joven había escuchado que alguien se movía en la planta superior. Fue rápidamente al recibidor dónde estaba ella postrada en lo alto de la escalera de roble negro con su ropa de cama, el muchacho la recordaba muy bien, una pijama corta de color rojo, un rojo intenso como una rosa en primavera con una cinta negra a nivel de la cintura que sujetaba ambos extremos de la prenda de ceda fina y muy bien confeccionada. Su hombro izquierdo estaba descubierto, el pijama se deslizaba por su brazo, dejando ver el brillo de su piel, una piel joven y hermosa.
-Ahhh, sigues aquí - dijo sin más la dama postrada en la cima de la escalera mientras bajaba con lentitud y decisión. Una mirada fría y calculadora se posó sobre el muchacho. Sus ojos verde esmeralda enterrados el cuerpo del joven como escudriñando su alma. Éste con la mirada baja le dijo. - Disculpe mi señora si la he despertado, esas no eran mis intenciones sab...
-Ve a la cocina y me preparas el desayuno, además me traes café el más fuerte que puedas hacer, si es que eso sabes hacerlo bien - interrumpió con severidad sin dejar espacio para que el joven terminara sus palabras.
Sin más él, fue a la cocina y preparó el desayuno más exquisito que haya hecho hasta los momentos. Un ingrediente secreto que le daría una lección a la señora, una solución a tanta humillación, pero mientras se giró para preparar el café, una mezcla oscura como petróleo que dejaría a cualquiera hiperactivo por veinticuatro horas seguidas. -Así es que le gusta a ella para que no esté con su jaqueca todo el día- pensó el muchacho. Al volver de nuevo a la mesa donde tenía la comida servida que llevaría a la señora exclamo ¡El gato! El gordo y feo gato se había comido el desayuno que tenía la solución de sus problemas -¡Lo odio! Odio a ese gato de mierda, es igualito a su dueña, irritante y engreído, pero bueno por lo menos ya no lo veré más en esta casa, puedo decir que ha tomado una siesta de muy larga duración- El joven dijo estas palabras con los dientes apretados y con un odio realmente intimidante.
-¿DÓNDE ESTA MI DESAYUNO, NI ESO SABES HACER A TIEMPO? GRANDISIMO IDIOTA, ¿QUIERES QUE ME LEVANTE Y LO HAGA YO MISMA? TE LO ADVIERTO SI ME LEVANTO DE ACÁ TE VA LLOVER DESGRACIAS - gritó la señora desde el comedor. Él escuchó lo enfadada que estaba y pudo imaginar que le salía llamaradas por la boca. Sin más tuvo que hacer otro desayuno pero ya no tenía más ingrediente secreto ¡Será para una próxima oportunidad! Pensó para no dilatar tanto en llevar el desayuno.
Entró al comedor -Mi señora aquí tiene el desa...
-Seria hora de que llegara el desayuno, muero de hambre y no pensaba esperar más por ti, definitivamente eres un bueno para nada. Dime ¿Qué pasó con el encargo que te dejé? Espero que no haya quedado evidencias pero, que si haya sufrido mucho. - Transmitía maldad y oscuridad en una mirada fulminante logrando poner nervioso a quien tuviera frente a ella.
-Discúlpeme mi señora pero se me ha escapado, fue todo tan...
-AAAAAAAAAAA... - gritó la dama con toda su fuerza, poniendo todo su aparato fonético a prueba de resistencia. Su rabia salía a granel por cada uno de los poros de su piel. - ERES UN IMBECIL, ¿CÓMO HAS DEJADO ESCAPAR A ESA MALDITA? ¡TE VAS DE AQUÍ! QUIERO MATARTE DE UNA VEZ POR TODAS, NO ENTIENDO COMO TE SIGO TENIENDO ¡GRANDISIMO PARÁSITO! - con esa cólera quedó gritando durante media hora. El muchacho salió del comedor y fue al patio trasero, conocía esa conducta y sabía lo que tenía que hacer, estar lejos de su vista, lejos de dónde no pudiera escucharle, ni siquiera que pudiera olerle. Tenía que desaparecer mientras ella se iba hacer sus oficios fuera de casa, para poder volver dentro y encargarse de todo.
Tres horas pasaron para que saliera la señora al mundo exterior, no perdió la oportunidad y pasó apenas escuchó el tirón de la puerta principal, señal que le daba seguridad de poder entrar. Vio la comida intacta, los cubiertos en el suelo las frutas pegadas a las paredes del comedor, pensó en lo ocurrido y no sabía por qué se había puesto así. -¿Quién es esa otra mujer? ¿Qué quiere de ella? ¿Por qué representa una amenaza?- Estas preguntas llegaron a su mente. Él, si sabía algo, para que su señora se interesara en alguien éste debía representar una gran amenaza. Allí se quedó pensativo además de recoger el desastre que había encontrado en el comedor.
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