"El Señor aborrece las balanzas adulteradas"
Proverbios 11:1
Todos los gobiernos engañan y mienten. No es un fenómeno único venezolano ni latinoamericano. Promesas irrealizables, cifras maquilladas, declaraciones falsas y medias verdades son parte del mal quehacer de la política. Hablar de las falsedades de cualquier administración es dar cuenta de las más nuevas y no de un hecho único o inédito.
En Venezuela hay un caso donde incluso está involucrado el Banco Central de Venezuela (BCV) y que en el fondo busca engañar a los pobres. Se trata de la venta de certificados de ahorro respaldados por oro y por la criptomoneda petro.
Adornado por un amplio despliegue propagandístico el gobierno y el BCV (que son la misma cosa aunque el último debería ser autónomo, según dice un librito llamado Constitución) invitan a comprar estos instrumentos financieros prometiendo unas ganancias rimbombantes lejos de la realidad.
Esta grosera pieza propagandística es transmitida por la televisión estatal y privada en Venezuela:
Un especial énfasis se ha puesto en los pensionados (quienes reciben el equivalente a un salario mínimo cada mes) para que coloquen esos ingresos en los certificados de oro o en petros. Actualmente la pensión es de BsS 1.800 (un medicamento para la presión arterial tiene un valor de BsS 1.000 y un kilo de pollo cuesta BsS 700). Puesto de otra manera, un pensionado recibe el equivalente a $27,5 al mes, es decir, $0,91 al día (a la tasa oficial del día que se redacta esta publicación que es BsS/$ 65,22). A la tasa paralela son $6,63 al mes o $0,22 al día. En ambos casos por debajo de la línea de pobreza, según el estándar del Banco Mundial. ¿Si apenas tiene recursos para comer o comprar medicinas, querrá colocarlos en un instrumento de ahorro?
Las condiciones del ahorro en oro y en petro establecen que el cálculo de la inversión se hace tomando en cuenta el valor en dólares del respaldo, pero se paga en bolívares soberanos a la tasa de cambio que fija el BCV.
Eso es lo que la Biblia llama una balanza adulterada. ¿Por qué? Porque para que realmente sea una ganancia, ahorro o protección, el rendimiento debe ser superior a la inflación y ni la tasa de cambio, ni el petro, ni el oro se mueven a un ritmo tan acelerado como lo hace la inflación en Venezuela. Y eso el gobierno lo sabe con toda claridad.
En septiembre se comenzaron a vender los primeros certificados de oro. Durante ese mes y el siguiente la inflación acumula un alza de 273% * (basados en los datos de la Asamblea Nacional), mientras los certificados de oro desde el 3/9/18 al 05/11/18 han rendido 7,8%. Es decir, que quien compró ese instrumento ya perdió su dinero a menos que el precio del oro tenga un alza enorme o que el gobierno decida una fuerte devaluación de la moneda.
Cualquier instrumento de ahorro o inversión actualmente en Venezuela debe generar una ganancia mayor a 3% diario para que sea rentable. El caso contrario es que las autoridades económicas se dediquen a estabilizar la economía y cumplir con lo que indica el artículo 318 de la Constitución:
"El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria"
Por eso los ofrecimientos del gobierno son un engaño en especial a los pobres que son los más necesitados de que el poco dinero que tienen rinda más y alcance para cubrir a cabalidad las necesidades básicas.
Una situación similar pasa con el petro (quizás esta es peor). La fórmula para el cálculo de la inversión en petro también está vinculada con el valor oficial del dólar, pero lo más grave es que (obviamente) tiene que ver con el valor del petro en un mercado que NO existe.
Veamos el detalle. Según la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) el valor de la inversión en petro es igual a multiplicar el valor del petro en dólares, por la tasa de cambio, por la cantidad de petros comprados. Es decir, si usted compra 20 petros, está invirtiendo BsS 78.264 (20*60*65,22). Pero si el petro no llega al mercado internacional (cosa que es muy probable) el valor lo fijará el mismo gobierno, el mismo que fija la tasa de cambio.
Peor aún, si el petro sale al mercado internacional, pero su valor cae, el compromiso del gobierno es devolverle exactamente el monto que usted invirtió (que obviamente vale mucho menos por efecto de la inflación).
Tanto en el caso de los certificados de oro como de petro el comprador NUNCA recibe ni oro ni un petro en su mano, ni lo puede vender a terceros.
Solo hay una excepción, anunciada esta semana y consiste en que quienes compren petros a través de la plataforma patria hasta el 31 de diciembre, tienen la promesa (la convocatoria no lo señala) de que podrán cambiarlos por divisas o criptomonedas a partir de 2019 (no se precisó la fecha).
Es el propio gobierno conspirando para engañar al pobre con el petro y el oro. Gracias a Dios el pueblo es sabio y sabe sacar las cuentas. Es probable que ambas iniciativas no sean masivamente aceptadas. El tiempo y los números nos darán la razón.
* El cálculo es la variación del índice de precios para los meses de septiembre y octubre.
Fuente de la foto: Alba Ciudad
No se cansan de caernos a embuste estos malayos...