Cada persona posee su propia personalidad, que no es sino simplemente su manera de ser, de pensar, y de comportarse, eso que nos hace únicos, sin tener la necesidad de ir por ahí preguntándonos si los demás creen o no que de verdad somos autentico y únicos.
A lo mejor te estarás preguntando, entonces es mentira que todo somos iguales?. Pues no, no es mentira, todos somos iguales, en cuanto conformamos la especie humana y compartimos esas características que no poseen otros seres vivos en el mundo, como por ejemplo, nuestro razonamiento lógico y nuestra capacidad de hablar.
Sin embargo cada ser se comporta de una manera distinta a la del otro. Cada uno no actúa ni piensa de igual manera que el otro, tampoco nuestras semejanzas físicas son exactamente iguales, el color de piel, de ojos, la estatura, el peso, el gusto por la comida y a veces el gusto por cualquier actividad, no se asemejan a las de la otra persona.
Todos nacemos en condiciones diferentes, en familias distintas y con costumbres, religiones, modos de pensar que nos diferencian de otras familias y personas. ¡Y eso es maravilloso!. Ser iguales pero a la vez distintos. Iguales por ser personas y distintos por las personalidades. Si todos fuéramos idénticos, exactamente iguales, no cabe duda de que el mundo seria totalmente aburrido.