Las horas de visita habían acabado.
El día se le había hecho más largo de lo habitual, hacía frío, y el aire estaba impregnado de ese olor característico a desinfectantes industriales y yodo que reina en los hospitales. Cuando la vio pasar se paró en seco, ya había practicado mentalmente lo que haría cuando la volviera ver y siempre lo defraudaba su cobardía.
El sonido de sus pasos fue arropado por los auriculares de ella. Cuando Luis Alejandro le llamó la atención, su cara distraída se vio invadida por sorpresa y algo de miedo, el cual se difuminó ligeramente de su rostro tras ver al joven muchacho. Luis hizo su mejor intento de sonreír con confianza, y la invitó a tomar un café.
Para su sorpresa,
ella aceptó ir a tomarse el café con él.
El muro de hielo entre ellos se derretía lentamente en la conversación. Carolina cortó con la mirada de Luis en ocasiones, parecía ponerse nerviosa en lo que Luis se acercaba a algunos temas personales; este misticismo motivó a Luis Alejandro, Carolina le estaba ofreciendo un rompecabezas, y él no podía resistir el desafío. Él estaba visitando a su abuela, Carolina estaba visitando a su madre. Él ya la había visto pasar varias veces en el hospital, pero el coraje se quedaba atorado en su pecho cada vez que trataba de dirigirle la palabra; ella no lo había visto, pero claro, era de esperarse si siempre iba con los audífonos puestos y la cabeza en las nubes. Él estaba estudiando diseño, ella estudiaba arquitectura. Él estaba de acuerdo con Carolina en cuanto a películas se trataba. La tarde pasó como si estuvieran caminando sobre terreno incierto, midiendo cada paso, pisando firme ahí donde veían que coincidían, acercándose lento pero seguro. Una sonrisa, un suave golpe al brazo, un roce entre los dedos, y Carolina tenía películas en su casa que aseguraba, serían del agrado de Luis Alejandro.
La casa de Carolina fue otra sorpresa grata. El estilo gótico en sus muebles y acabados lo transportaba a como se imaginaba viviendo a los 13 años, y el olor a madera de roble y a libros viejos le hicieron desear crecer raíces y quedarse para siempre en ese lugar. Entre los dos ya no había más que miradas furtivas y pequeños comentarios lanzados al vacío, la tensión de las expectativas y la anticipación era tan tangible que era casi palpable. Cuando lo hizo pasar a su alcoba vio como sería su habitación si fuera responsable y ordenado, toda superficie estaba impecable, todo guardado en su lugar. Por si la enorme biblioteca de la sala de estar no bastara, Carolina tenía su propia biblioteca en la habitación, junto a un refrigerador pequeño, y lo que parecía ser un afiche de..
espera, ese afiche es de Meat is Murder ¿cierto? The Smiths es uno de mis grupos favori
Los labios de Carolina hayaron a los de Luis antes de que pudiera terminar la frase. Todo ocurrió con la torpeza con la que se relacionan dos jóvenes por primera vez, entre risas nerviosas e intentos de complacerse mutuamente llegaron a su cometido. Él sabía que el padre de Carolina no iba a llegar hasta dentro de un par de horas, así que pudieron ver su película tranquilamente.
Carolina tenía razón,
ambos compartían gustos.
Los días pasaron entre mensajes fugaces y pequeños encuentros en las cercanías del hospital. La condición de su madre había empeorado, y él orbitaba en las cercanías del hospital para estar disponible para ella. Una mañana llegó después de ella, así que, con los ánimos de un niño en una travesura, se dispuso a seguirla para saber donde estaba hospitalizada su madre. Luis Alejandro no tenía idea de donde era, ella se había asegurado de ocultarlo para que "no cometiera una imprudencia antes de tiempo". La siguió hasta un ala del hospital que desconocía, esperó a que llevara tiempo de haber entrado en la sala para seguirla hacia adentro, casi inconscientemente, como si la curiosidad estuviera moviendo sus piernas hacia adelante. Cuando entró vio a una enfermera, estaba vestida con un traje que se le antojaba muy elaborado, pero no reparó demasiado en eso, tenía la curiosidad a la punta de la lengua.
Disculpe enfermera ¿Podría indicarme dónde están los hospitalizados?
Está equivocado joven, debe estar perdido, salga, camine derecho por ese pasillo y llegará a recepción, ahí resolverán sus dudas.
¿A qué se refiere con equivocado?
Verá usted, aquí no tenemos gente hospitalizada, esta ala del hospital fue habilitada recientemente para llevar a cabo el nuevo tratamiento experimental en VIH positivos, todo el que entra por esta puerta sale el mismo día, aquí no mantenemos a nadie por más de un par de horas.
Oh vale, gracias..
Hay puertas que es mejor no abrir y cajas que deberían mantenerse selladas.
D:
Jajajajajaja sí, exacto.