Nunca imaginas que puede sorprenderte en una noche, o tal vez si me equivoco puede que hayan sido muchas, llenas de pensamientos, donde los pensamientos te llevan, no sabes a dónde, no sabes la hora, sólo simplemente te has ido.
Empiezas por el pasado, llena de recuerdos que dado por el hecho, aún sigues recordando, te preguntas que hiciste mal o de que no te arrepientes, llena de un tal vez, un tal vez vacío. Un tal vez.
Y el tal vez... Suena, poco a poco, se hace más grande, tan grande como el futuro que comienzas a imaginar, dado por hechos que probablemente no tienen sustancia, pero para ti tiene una esencia. Ese futuro no es tan grande, pero empiezas a hacerlo aún más alto, aún más lejos, lejos de adversidades, ni si quiera sientes el más mínimo obstáculo, sólo te dejas llevar.
¿Recuerdas? Sigues estando en un tal vez del pasado.
Despiertas del viaje, te centras en el presente, lejos del pasado, cerca de un mañana. Te escenificas tal cual personaje que a fuerzas de dudas comienza a cuestionarse, llenando un viaje de tal vez en el presente.
Un tal vez seco, no profundo, no agraciado, un tal vez lleno de miedos, incomprensiones, decadencias, alegrías, posesiones, orgullo, lágrimas, victorias y derrotas, máscaras que se esconden, máscaras que salen a la luz, empiezas a viajar un poco más imaginando que puedes hacer para mejorarlo, un presente justo, equitativo, un presente que vale la pena seguir estando presente.
Pero... Detente sólo es un tal vez, de tu presente aún no dado, aún incierto e inconcluso.
Te alejas de un momento, olvidas el presente, olvidas el pasado, nada que difiera en tu futuro.
¡UN TAL VEZ DEL FUTURO!
Uno el cual no depende de circunstancias, factores o hechos, donde el futuro es libre, es independiente, es un viaje que no sabes si emprender o no, porque es sólo un tal vez, pero que se siente bien estando allí.
Sigue siendo un tal vez dónde viajé más allá del ser, o de lo que me permití ser, pudiendo ser más allá del ahora o nunca, pero hoy me di cuenta que me he perdido un tal vez.