En mi opinión muy muy personal, los libres pensadores no nos adherimos únicamente al método científico (aunque lo utilicemos en contextos específicos), porque como lo dijo Edgar Morin, el método científico nos fragmenta, nos divide, nos limita. Los libres pensadores nos aferramos a la complejidad de la humanidad y de lo social, filosofamos y aprovechamos el caos para generar conocimiento; no pretendemos comprender todo, pero sí reflexionar sobre todo, discutirlo, debatirlo, descuartizarlo, volver a amarlo y comenzar con una nueva incógnita. Las preguntas sin responder no nos ofuscan, nos motivan a continuar mirando en lo más recóndito de la esencia humana y de su espíritu. Todo ello, rebasa los límites del sistemático método científico.