Más que un niño y su felicidad
Más que sus años de alegría
cuando sus labios dicen: Papá.
Oigo una dulce y tierna melodía.
Más que el latido del corazón
cuando lo veo y puedo abrazarle
Más que la fe de una oración
pidiendo al cielo que me le guarde
Más que lo exacto de una ecuación
Más que la fuerza que tiene la sangre
Más que una simple conversación
es la confianza que puedo darle
Más que el respeto, más que el amor
Que me demuestra al estar conmigo
Estoy seguro de mi conclusión:
Más que un hijo, Es un Amigo.
Iván Romero.