Tenue la luz que entra por mi ventana, opaca y sutil atraviesa las muy gruesas cortinas.
Me quedo un rato mirándola, noto la calidez que emana en tan fría sala, como ilumina cada rincón sin esfuerzo alguno, como sus destellos van posandose en mi reluciente copa de vino, procedo a tocarla, no puedo resistir, ¿como será sentirla? Como si nunca fuera visto o sentido tal cosa, constato la calidez, siento como va tocando cada espacio de mi helada mano, como reluce en mi piel desgastada de tanto trabajo...
Oigo un susurro que se va volviendo cada vez más fuerte, repite mi nombre, doy vuelta y me doy cuenta que mi pequeña fantasía terminó, no recordaba que estaba en una reunión con mis amigos, que cosa ¿no? Jaja
es Carolina, estábamos en medio de una conversación cuando me perdí en la luz, y pensándolo bien si fuera sido una buena conversación no me fuera distraído de tal manera, pero en fin, sigamos, hablábamos de como nos iba en nuestros trabajos, ella siguió hablandome, mientras yo sólo me disponía a ver la cara de cada una de las personas reunidas en esa sala, a sonreirle y asentir como si la estuviera escuchando, veía que todos allí éramos realmente unos desconocidos, todos parecían robóticos, grises, sin alma, hablaban con una sonrisa hecha, practicada para esos momentos de explícita y necesaria hipocresía, solo pude sonreír sarcasticamente al verlos por que me di cuenta que les pasaba lo mismo que a mi, sólo esperaban que pasara algo extraordinario para poder acabar con esas infinitas "conversaciones"
Habían allí amigos muy viejos, mejor dicho, ex-compañeros que sin saber como ni cuando se volvieron conocidos con rostros borrosos y fugaces, con los cuales entablamos conversaciones básicas y vacías.
El día que me avisaron del encuentro pensé que esa sería una mejor tarde, pensé que me harían olvidar mi cruel monotonía, obstinante, simple y agotadora, pero solo me di cuenta de algo que no quería aceptar, no podemos recuperar lo que en el tiempo se fue esfumando. También pensé que esto era lo que me hacías falta, un rato con viejos amigos, pero las personas no son tuyas, son de la vida y ella se encarga de borrarte fácilmente.
No tengo muchos amigos, debe ser por mi mal genio y los pocos que he logrado reunir sólo están en ocasiones, allí sentada viendo la luz y analizando el panorama me di cuenta que todos estamos solos en esta vida y así está bien, siempre habrá ese rayo de luz cálida que te hará sentir cómo en casa.
Creo absoluta y plenamente que el hombre algún día con las herramientas necesarias y con un poco de sentido común determinará el funcionamiento de la sociedad, no dejando que esta moldee su vida y haga de él un ser fugaz
Siempre hay una luz al final del camino, que nos hace especiales. los amigos, una buena platica, una copa de vino y un sin fin de cosas por contar. la vida es una sola y tenemos que disfrutarla. Saludos
Qué hermoso post Ivanna, me siento tan identificado con el contexto en el que escribes... Quizá debemos abrir nuestros círculos sociales para nutrisnos de personas que sin necesariamente haber estado en nuestro pasado, puedan llenar nuestro futuro de pasión, empatía y alegría.
PD: Me alegra que mantengas la continuidad escribiendo, mi mente ha estado golpeándome últimamente y no me ha dado mucho espacio para generar cosas buenas! Un besote!
Muchisimas gracias... Efectivamente, si el pasado o presente ya no llena tus espectativas, sigue adelante, que en el camino puedes y seguro vas a encontrar personas excepcionales que hagan de tu camino por esta vida mas ameno!
Jajaja, tranquilo que eso nos pasa a todos y como puedes ver, no soy muy constante escribiendo, pero prefiero aunque no gane nada publicar algo que yo considere bueno y con sentimiento, a publicar cualquier cosa vacía que se me ocurra en unos segundos! Gracias de nuevo, Saludos!