Entendí al escuchar esta obra que la vida es perseguir algo sin saber muy bien qué es. Nos apresuramos a correr detrás de cualquier cosa, sea lo que sea, pero vemos que no la alcanzamos. Sentimos impaciencia, ansia, ardor, y corremos cada vez más, y más, y más; pero seguimos sin alcanzarla. Después, en el lecho de muerte, comprendemos con cierta melancolía—la alegría de estar triste—que no importa mucho conseguir lo que perseguimos, sino perseguirlo a pesar de todo.
- Hyperion