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¡Si que hacen falta mi amigo! Me alegra mucho leer tu nutritivo comentario. Es muy acertado, lo que tiende a prevalecer es lo intrascendente, lo efímero de las caricias que no rozan más que su propio egoísmo y los besos que se preocupan por no correrse el labial. Aún así, quizás entre letras podamos traer de vuelta algo de esencia. ¡Saludos y un abrazo!