Buen comentario, no solo comentas en qué te quedaste pensando sino que estableces nuevas premisas que a su vez despiertan interrogantes. Sí, tales modificaciones cromáticas o lumínicas nos muestran un lado del mundo, sin embargo, con los ángulos no pasa lo mismo, al menos no de manera tan concreta: como cada lente distorsiona literalmente la realidad (el gran angular la dobla, el teleobjetivo la aplasta) hay una modificación más profunda de las formas, variando el aspecto cromático o no, un tubo puede perder su forma original o aglomerarse con objetos que tiene a la distancia.
Un ejemplo de esto es la famosa foto de la niña y el buitre.
Esta foto es una construcción mental de la realidad. El buitre se encontraba a metros de distancia de la niña, a tal punto en el que ni siquiera la estaba acechando...pero resulta que el teleobjetivo aplasta la profundidad y da la ilusión de que los dos personajes se enfrentan. Aquí es cuando la cámara se vuelve una herramienta mental.
Ahí, de hecho, la modificación es tal como la comentas, mental.
Estas discusiones del concepto de realidad, son en extremo interesantes, en ellas entra tanto filosofía como ciencia, y por tanto el punto de vista de cada quien. Y esto es debido a que el concepto de "realidad" puede ser tan simple como "lo que veo y toco" o extenderse hasta "Según la cuántica, en realidad nunca has tocado nada, son los sistemas biológicos y el cerebro los que te hacen creer eso".
Usando la misma imagen, dependiendo del ángulo podrías interpretar varias cosas, si te posicionas arriba, a un lado, etc., podrías pensar que lo acecha, que no pasa nada, o ver al fotógrafo. Pero claro, esto es sin la edición del teleobjetivo, el cual, efectivamente lo admito como una modificación mental de la realidad.