Cine | A taxi driver (2017), la crónica de una rebelión

in #spanish7 years ago

Estamos en 1980 en Corea del Sur, Chun Doo-hwan, un líder militar que se haría con el poder hasta 1988 acababa de dar un golpe de Estado para promover la extensión de una ley marcial en todo el país que potenciaría el poder en los sectores policiales y militares que lo habían respaldado en su embestida política. Gwangju, una de las ciudades más importantes del país, ubicada al sur de la nación, se rebelaba a través de sus estudiantes. El saldo: casi centenar y medio de muertos, la mayoría de ellos ametrallados por las fuerzas castrenses en manifestaciones pacíficas. 

Fuente

En este contexto, un taxista, oriundo de Seúl, decide aprovechar la oportunidad que se le presenta de trasladar a Jurgen Hinzpeter, un periodista alemán, hasta la provincia, con el propósito de registrar y difundir los hechos que allí ocurren y que, al menos en Corea, son opacados por la censura gubernamental, que no se arredra en mentir abierta y descaradamente sobre los motivos, las cifras y las acciones que ocurren durante uno de los momentos que se constituirían como un hito clave en la historia de la nación asiática. 

El taxista es un hombre despreocupado, completamente alejado de las inclinaciones partidistas o de las "preocupaciones sociales" que motivan el estallido. Es, en definitiva, un hombre de la clase trabajadora lejos de identificarse con su condición dentro de las estructuras ideológicas de izquierda, que se contenta con trabajar duro por el bienestar de su hija, y aprovechar la mejor posibilidad -como los 100 mil won que ofrece Hinzpeter- para mantenerla. 

Pero las peripecias transforman al hombre. Y, quizás, como decía Kavafis, es el camino (largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias) el que nos reforma.  Hwang Tae-sool, el taxista, confronta su propia condición social al ser víctima y testigo de una masacre; pero no una masacre cualquiera, sino una confinada a las calles y la sangre de un pequeño pueblo que se subleva ante la injusticia. Así, arrastrado ante una violencia expansiva, y con un extranjero a cuestas, emerge lo inesperado: una bondad sin límites. 

Fuente

A taxi driver (2017) es, entonces, una cinta benigna salpicada de dolor. El filme histórico de Jang Hoon no es sólo un registro sobre las abismales consecuencias del odio y la confrontación política -que usa además registros reales, filmados por el propio Hinzpeter. Es una exploración profunda sobre la humanuidad, sobre el amor al prójimo en la fogosidad de la lucha, frente al vértigo mortal. 

Una película magistral, con una carga social que no se excede en el patetismo. Al contrario, preserva la naturalidad de los personajes y su desarrollo en un contexto extremo, real y, por lo tanto, terrible. 

Fue preseleccionada como la contendiente, por Corea del Sur, a los Oscar de este año. 

Sort:  

Cualquier parecido con la realidad, NO ES COINCIDENCIA.