La puntualidad es uno de los grandes valores que cultivan y enriquecen al ser humano. Denota responsabilidad, honestidad e integridad.
Realmente, la puntualidad es una demostración de respeto, de valoración al otro.
Lamentablemente nos hemos habituado y condicionado a ser impuntuales, pero como es cuestión de hábitos, significa que podemos, SI QUEREMOS Y ACTUAMOS, cultivar el hábito y valor de la puntualidad. Es nuestra decisión.
Realmente, la puntualidad es una demostración de respeto, de valoración al otro.
Lamentablemente nos hemos habituado y condicionado a ser impuntuales, pero como es cuestión de hábitos, significa que podemos, SI QUEREMOS Y ACTUAMOS, cultivar el hábito y valor de la puntualidad. Es nuestra decisión.
Eso está claro, es cuestión de proponérselo.