Pocas palabras

Durante su infancia Angel se había acostumbrado a las llamadas esporádicas de su madre, ella jamás decía dónde estaba viviendo, dónde trabajaba o como había estado de salud, solo respondía que no se preocuparan y se alegraba que estuviera bien, aunque la llamada se extendía por horas ya que el niño daba largas explicaciones de todo lo que había hecho, era la única persona con quien hablaba tanto. Nunca era un día y hora fijos, aunque cada vez se hicieron más infrecuentes hasta que simplemente dejó de llamar, dejando de lado eso su vida transcurría normalmente bajo la crianza de sus abuelos.

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Para su cumple número 17 planeó un viaje con dos amigos, no eran los únicos que tenía eran con quien él se sentía más a gusto y hablaba con completa confianza, por desgracia tuvieron un accidente automovilístico en el que terminó herido, estuvo un par de semanas en el hospital. Al salir tenía varias cicatrices por todo el cuerpo, no eran tan graves unos cuantos rasguños hechos por los vidrios, solo las puntadas en un costado del torso y en la pierna izquierda se veían un poco desagradables, sus amigos tenían el mismo aspecto, a los jóvenes esto les pareció cómico y se apodaron el trio Frankenstein.

Días después el trio decidió que podían celebrar su renacimiento y organizaron una fiesta. Entre risas y alcohol Esteban y Moisés presumían de las cicatrices

-Y esta es por donde tenía la barra de acero que conducía la electricidad ja ja ja- Moisés le “explicaba” a una amiga como fue el experimento que lo había traído de vuelta de entre los muertos

-Deberías ver las de Angel, creímos que el científico no podría revivirlo de nuevo, estaba destrozado- dijo Esteban casi sorprendido pero sosteniendo la risa

Haló a su amigo e intentó levantarle la camisa, éste se opuso

-No, deja se ve raro no creo que a ella le interese- hablo entre dientes con la mirada hacia otro lado

-Quiero verla, muéstrame

-Yo también

-¿Te pusieron electrodos, también?

Las chicas lo rodearon, comenzaron a hacerles preguntas y seguir el juego de los otros, pero Angel no estaba acostumbrado a esto, odiaba hablar frente a muchas personas y se sentía aturdido, sus manos comenzaron a sudarle y los labios se le adormitaron. De un instante para otro cayó al suelo y sentía que tenía la parte izquierda dormida. Todos se acercaron y preguntaban si se sentía bien.

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Días después quienes estaban reunidos en la fiesta se encontraban cabizbajos vestidos de negro, frente a una lápida en la que se había tallado “Angel Mendez… Pocas fueron tus palabras pero las llevaremos siempre en nuestros corazones”

Ser introvertido es algo bastante negativo, el mutismo selectivo se da mayormente en niños pero si esto no se corrige a tiempo puede continuar hasta la adultez. También puede presentarse en cualquier etapa sobretodo después de una situación traumática, las personas que tienen esta condición llegan a sentirse completamente abrumadas cuando se dirigen a ellos, aunque comprender perfectamente el idioma son incapaces de hablar frente a cierto sujetos o circunstancias, en caso de no tener otra opción al expresarse pueden parecer mal educado o agresivos, pero la verdad es que estan presentando un episodio de ansiedad.

Volví a tardarme con ésto pero es que me entretengo demasiado, espero que igual les guste aquí les dejo los otros relatos de la serie Dependientes ; Amor de madre