Todos sabemos el trasfondo histórico que estas fechas traen consigo. A nivel mundial se conmemora el día Internacional de la mujer y es evidente que aunque han pasado muchos años desde que se comenzó a tomar en cuenta esta fecha para reivindicar a la mujer de sus esfuerzos, la verdad es que en muchas naciones todavía estamos en pañales en cuanto a la igualdad de género.
¿Estamos siendo, tanto mujeres como hombres, demasiado feministas?
Ciertamente, se vive un exacerbado movimiento feminista a nivel mundial. Las mujeres han querido tomar los roles que son de exclusividad del hombre y vemos por otra parte, a los hombres creyéndose mujeres ¡Qué grave error de la sociedad!.
La mujer fue creada en sus orígenes como la "Ayuda idónea" viendo Dios que no era bueno que el hombre estuviese solo.(Génesis 1 y 2- Biblia).
La mujer fue hecha de un material muy especial, distinto al hombre. El hombre fue hecho del barro, mientras que la mujer fue hecha de hueso. Dios se lució haciendo a la mujer. Y le dio tareas específicas, únicas de su naturaleza.
Ahora bien, creer que la mujer puede cargar pesos igual que un hombre y manejar sentimental- emocionalmente las tareas igual que el hombre: es un error.
Dios hizo al hombre y a la mujer como diseños especiales y para tareas especiales.
Hoy, se ha desvirtuado el concepto de mujer y hombre, otorgándole mucha carga a las responsabilidades de la mujer en la sociedad.
Todos los extremos son dañinos y hemos lamentablemente caído en un hondo y oscuro extremismo encuanto a feminismo se refiere.
No al machismo y no al feminismo es mi consigna.
Cada uno tiene que asumir el rol según el género para el cual fue creado en la sociedad.
¿Estamos llegando a un extremo que hoy ya no tiene sentido?
Así es, estamos cayendo en extremos muy peligrosos, a tal punto que se ha perdido mucho y ganado poco. Las estadística son alarmantes y la pérdida de valores se incrementa a diario.
La mujer es la encargada de que la raza humana siga existiendo, el hombre es parte fundamental del proceso y juntos deben formar los cimientos de la sociedad en la que vivimos. Es un trabajo en pareja. Somos distintos por naturaleza y eso jamás podrá cambiar.
¡QUE VIVA LA MUJER!
y ¡QUE VIVA EL HOMBRE!
Todos somos importantes y necesarios para seguir construyendo un mundo mejor.