Manifiesto de un despechado decadente. (Prosa poética)

in #spanish7 years ago (edited)

Pasan las horas, los días, las semanas y los meses.

Aún no logro sacarte de mi mente.
Durante las madrugadas en mis sueños apareces.

Te anheló cada día que pasa y cada día te encuentro más distante.

Por más que intento deshacerme de tu imagen, en mi mente me invade tu perfume con aquel recuerdo.

Tu sonrisa junto a ese carisma y picardía característico de tu mirada, tierna pero a la vez maliciosa en el fondo.

Me es inolvidable.

Recordarte me hace sentir torpe, inútil y ¡Despreciado!.

El hecho, de que recurrentemente rondas en mis pensamientos, durante mis desvelos, me haces sentir celos, rencor, odio y envidia de quién es tu amante.

A veces solo quisiera ser un poderoso tirano, quisiera tenerte en frente de mi en este preciso instante, besarte desenfrenadamente, tirar sutilmente de tu cabello y morder tus labios.

Quisiera tomar unos breves segundos para verte fijamente a los ojos y esta vez comenzar a besarte despacio.

Desearía desnudarte de mil formas, desearía conseguir de ti, lo que ningún otro haya logrado.

Deseo que me atrapes en un torbellino, que me hagas sentir extasiado de ti, quisiese sentirte calmada, en estado de nirvana.
Siendo tu respiración y palpitar de tu corazón lo único que pueda oír.

Suspiras.

Deseo que me ames, que me odies; que al hacerlo te rindas ante mi. Para así comenzar desde el punto inicial de mi deseo.

Deseo poseerte y que no puedas negarte, deseo morder suavemente el lóbulo de tu oreja y susurrar a tu oído: eres solo mía…

Más que nada, deseo que quien esté a tu lado, quien tenga el puesto de compañero y amante, fracase!.

Que le sea difícil amarte, que no pueda complacerte.
Que sientas inseguridad, que te sientas desechada, utilizada y no correspondida.

Quiero que te olvides de aquella posibilidad de amar.

Suena egoísta, lo sé. Saber que no estoy siendo yo, quien te propina eso que te hace sentir mujer.

Eso que irradia y emana tu espíritu,
eso que en ti se transforma en belleza y me hace sentir enfermo.

Saber que no soy yo quien puede hacerte feliz me enloquece.

Eres ineludible, y soy yo el verdadero devota de tus labios.

Incoherentemente suelo buscar fotografías donde apareces, tratando de aliviarme de alguna forma, mi obsesión por ti. Tonta y absurda.

No consigo más que alimentar mi pasión.

Quiero ser yo quien te haga estremecer!, Quiero sentir el júbilo que me propinaría estar a tu lado, poder sentirte tal y como eres, sin pretensiones vanidosas.

Como si intentase apagar un terrible incendio arrojando gasoil a las llamas.

¡Pienso en venganza!.

Intento olvidarte

Intento conseguir refugió en otras miradas obteniendo placer burdo, necio y vacío para mi.

Mi alma arde, y sigo mis instintos carnales.

Me alcoholizó.

Me hago daño y aún sin saber cómo podría sacarte de allí.

¿Cómo logro borrarte definitivamente?

Mientras tu sigues merodeando en mis pensamientos, aniquilándome.

Durante el día suelo desconcentrarme y perderme en conversaciones cotidianas, a las personas les extraña mi comportamiento, creen que se trata de lagunas mentales.

Odio pensarte!; Aún sigues allí y yo soy adicto a que permanezcas tal cual y como te visualizo.

Quiero que te quedes.

En temporadas me resigno a la idea de esa probabilidad de volverte a ver,
De tener nuevamente una oportunidad.

más que cientos de kilómetros, más que el mar, nos separan las fronteras de la indiferencia y el orgullo.

Te siento utópica.

Y siguen pasando los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses y los años.

El tiempo no pasa en vano, desgasta y en circunstancias olvida.

Comienzo a creer que te has impregnado en mi, estás en ADN.

Más que un mal hábito, más mas que una impulsiva costumbre, se trata de ti, solo de ti paseándote en mis pensamientos.

En el féretro, te llevaré en mis huesos...

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