A diario todas las personas planificamos nuestras actividades y sobre todo nuestro dinero, para así encontrar la forma más adecuada de gastarlo o incluso invertirlo. Cabe mencionar, que las empresas también realizan una planificación en el que se incluyen objetivos y estrategias para el control y buen uso de sus ingresos y recursos. De allí, parte la planificación financiera, la cual es el proceso de elaboración de un plan financiero integral, organizado, detallado y personalizado, cuya finalidad es alcanzar los objetivos financieros formulados previamente, en el que se incluye los plazos, costos y recursos necesarios para que sea posible.
Por consiguiente, la planificación es de gran importancia para el proceso de toma de decisiones en las organizaciones, ya que su finalidad es exponer de manera detallada la táctica financiera de la empresa, además de hacer previsiones al futuro basados en los estados contables. Así mismo, la planificación nos permite el crear escenarios para contemplar diferentes realidades, para abordar de manera adecuada cualquier circunstancia o situación que se presente. El proceso de la planificación financiera comprende cuatro etapas, la primera trata de la formulación de los objetivos a perseguir y su prioridad, ya que si no se tiene objetivos definidos el tener una buena gestión del dinero son en vano, por lo tanto, es necesario el tener en claro que es lo que se quiere alcanzar y que ello sea la base que sustente la planificación financiera.
La segunda etapa, es evaluar la realidad financiera actual, teniendo en claro con que se cuenta y que hace falta, para responder preguntas tales como ¿Cuánto se tiene disponible en bienes y valores? Y ¿Cuáles son los compromisos fijos?, las respuestas a estas preguntas permitirán el tener una panorámica de cuál es la situación económica para llegar a la manera más correcta de solventarla. La tercera etapa, consta de elaborar un plan de acción y la estrategia, con ello se establece lo que queremos lograr y la manera en que se va a llevar a cabo, se debe ser especifico y detallista tanto en el plan como en la estrategia que se va a utilizar. En la cuarta etapa se va a ejecutar el plan, la manera en que se hace realidad lo que se planeó, y a su vez evaluamos el alcance del plan financiero que se realizó.
Es importante mencionar, que todos los análisis y observaciones nos llevan a pensar que la planificación no es solo previsión, teniendo en cuenta el futuro probable dejando de lado lo improbable o las sorpresas. La persona encargada de hacer la planeación financiera debe tener en cuenta las variables del entorno en el que se maneja la organización, su impacto o los cambios en las variables internas o externas que puedan tener los recursos financieros. Por lo tanto, una buena administración financiera debe reaccionar ante cambios en el entorno o ante cambios internos en la organización.
En conclusión, la planificación financiera podrá ser eficaz si se lleva a cabo las etapas mencionadas anteriormente, ya que su importancia es esencial en la toma de decisiones, porque permite el tener una perspectiva de los elementos que inciden en los diferentes escenarios para tener mayores elementos de juicio a la hora de elegir un sendero determinado para la empresa u organización.
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