Delante de los ojos de Dios todo somos iguales, y lo mejor de todo es ser humilde de corazón, no tener delirios de grandeza y ser mas que los demás por que eso no le agrada a Dios.
Delante de los ojos de Dios todo somos iguales, y lo mejor de todo es ser humilde de corazón, no tener delirios de grandeza y ser mas que los demás por que eso no le agrada a Dios.