Que nuestras vidas están globalizadas es un hecho, así como que los reyes de la globalización son, de momento, los Estados Unidos de América. Usamos cada vez más palabras que vienen de allí, sus empresas son las punteras en el mundo, sus películas siempre han sido las más taquilleras, su música se oye en todos los países e inclusos sus fiestas se universalizan. Hablo de Halloween, claro, aunque bien podemos decir que es más bien un retorno, pues la festividad de Halloween la llevaron los irlandeses a USA y ahora vuelve a Europa con disfraces de monstruos y dulces y aunque ya en España se celebraba así la Noche de los Difuntos en ciertas fechas, es ahora cuando nos ha colonizado.
Pero por donde ya no paso es por Acción de Gracias. ¿A santo de qué tenemos que celebrar que los peregrinos del Mayflower llegaron a las costas de Massachusetts y los indios les ayudaron a no morirse de hambre? Yo creo que poco nos importa si no es como cultura general. Pero de ahí a celebrarlo en los colegios... Porque sí, se celebra en los colegios. Al menos en el de mis hijos. Es colegio "bilingüe" y este año les ha dado por hacer actividades acerca del Día de Acción de Gracias. Han pintado pavos, han hecho pavos, hoy han almorzado pavo, otros niños salían con plumas indias en la cabeza... y todo esto tampoco está mal, si no fuera porque en España tenemos la manía de coger lo de fuera y escupir en lo nuestro. Porque mientras realizamos actividades de Acción de Gracias, hay quienes piden y exigen que de las escuelas salga todo lo relacionado con el catolicismo (que no la religión) como belenes y festivales navideños. Pero no dudan en celebrar tradiciones extranjeras que ni nos van ni nos vienen quitando incluso tiempo de clase para ello. Hoy mi hija mayor no ha dado clase, se han pegado toda la mañana haciendo chorradas con los pavos. Va a 4º de primaria y mañana tiene un control de science (naturales pero en inglés, ni aprenden inglés ni aprenden ciencias, por eso lo de "bilingüe") pero se ve que era más importante hacer manualidades sobre pavos.
En fin, luego no nos extrañemos de que España vaya como vaya.
