Amigos de Steemit, mis saludos. Existe un refrán muy popular que han escuchado muchas veces: “No hay bien que dure para siempre, ni mal que nunca se acabe”. Si no creen en él, deberían hacerlo, pues es una gran verdad. Hay cosas que, en el momento en que ocurren, tienen el efecto de una bomba, pero cuando el polvo se ha disipado, descubrimos que en realidad han sido ventajosas.
"Todo lo que ocurre en la vida puede tomarse como una suerte o como una desgracia. Depende de lo que venga a continuación”.
Una historia china lo explica de esta manera.
Érase una vez un pobre niño que estaba sentado en la calle, frente a su casa. Estaba muy triste, porque lo que más deseaba en el mundo era un caballo, pero no tenia dinero para comprarlo. Justamente ese día pasó por allí una manada de caballos, y el último, incapaz de acompañar al grupo, era un potrillo. El dueño de la manada sabía cuál era el mayor deseo del niño y le preguntó si quería el potro. Sonriendo de felicidad, el niño lo aceptó.
Un vecino que había estado es la escena se fue corriendo a ver al padre del niño y le dijo: “¡Qué suerte tiene su hijo! Quería un caballo y ha pasado un hombre y le ha regalado uno”. El padre lo miró y respondió: “Tal vez sea una suerte o tal vez sea una desgracia”.
El niño cuidó del potro con cariño mientras crecía, pero un buen día, cuando ya era un hermoso caballo, huyó. En esa ocasión, el vecino le dijo al padre: “¡Qué mala suerte ha tenido tu hijo! Cuida del caballo desde pequeño, y cuando crece, se le escapa”. El padre respondió lo mismo: “Tal vez sea una suerte o tal vez una desgracia”.
Pasó el tiempo, y un día el caballo volvió seguido de una manada salvaje. Ese niño ya era todo un muchacho, ya había crecido, consiguió capturarlos y se quedó con ellos. El vecino entrometido volvió a decirle al padre: “¡Realmente tu hijo tiene suerte! Cría un potro, se le escapa ¡y vuelve a casa con una manada!”. El padre miró al vecino y respondió, como siempre: “Tal vez sea una suerte o tal vez sea una desgracia”.
Tiempo después, el muchacho estaba domando uno de los caballos cuando se cayó y se rompió la pierna. El vecino, que andaba cerca, le dijo entonces al padre: “¡Esto si que es mala suerte! El caballo huye, vuelve a casa con una manada salvaje, y tu hijo, después de un tiempo de felicidad, se pone a domar a los animales y se rompe una pierna”. El padre con la misma calma de siempre, le contestó: “Tal vez sea una suerte o tal vez una desgracia”.
Días más tarde, el reino donde Vivían declaró la guerra al reino vecino, y llamaron a las armas a todos los jóvenes, menos al muchacho, porqué tenía la pierna rota. El vecino, desesperado porque habían reclutado a su hijo, se lamentó al padre del joven: “Tu hijo sí que tiene suerte. Bendita la hora en que se rompió la pierna”. El padre lo miró fijamente y le dijo: “Tal vez sea una suerte o tal vez una desgracia”.
¿Lo han entendido?
Así es la vida. Lo que en determinado momento puede que sea una desgracia, acaba convirtiéndose en una suerte, y viceversa. De modo que no te desesperes por tu aparente mala suerte y trabaja como es habitual, o todavía con más voluntad. Las cosas pueden cambiar, y de hecho cambian, de un día para otro.
“El pájaro, para volar, necesita dos alas”
Es muy cierto Franco, y sabes que? La fe mueve montañas doy testimonio fiel de que es así. Te deseo grandes Éxitos.
Muchas gracias amigo, asi es. saludos
Confiar... cada noche tiene un amanecer...
Es así, simplemente confiar, un abrazo
Vergación con ese vecino entrometido. No le quitaba un ojo de encima al pobre muchacho NoJoda! Jajajaja
Buen post y reflexión mi estimado @franzo. };)
jajaja así es amigo, saludos
La vida es un transitar de experiencias que no sabemos como terminará, recuerdo bien esa historia, el famoso "Veremos", porque a ciencia cierta las cosas solo pasan y las interpretamos como queremos, eso no hace que sean buenas o malas en la vida, solo que las interpretamos así.
Gracias por compartir, veo que compartimos temas así, superación constante entre frases, reflexiones e invenciones, nos leemos =).
Muchas gracias amigo, estamos en la misma onda