Si alguna vez has sentido, esa intensa presión a la hora de estar en una situación conflictiva, presión como un enrojecimiento en el rostro, esas ganas de atacar a ese problema o esa energía que se desborda en ese momento. Que sin darte cuenta te han llevado o adoptar cierto comportamiento agresivo, que puede traer consecuencias graves por el simple hecho de no reconocerla y controlarla.
Bueno, aquí te mostraré la causa concreta de todos esos fenómenos que experimentamos al estar furioso, para que así seas más consciente y puede reprimir esta ira...
La ira es una emoción innata que siempre está presente en nuestra vida diaria, la ira puede variar desde un leve enojo a una intensa furia y odio.
La ira es una respuesta biológica y natural, relacionada con el impulso instintivo que propone nuestro cerebro de atacar o huir de ciertas amenazas.
¿Cuándo sentimos ira?
En general todos sentimos ira al encontrarnos en una situación injusta, en situaciones conflictivas cuando nos sentimos heridos de alguna forma, cuando se nos acaba la paciencia por el descaro de alguien, la tracción de algún familiar o amigo, o antes una provocación.
(la ira funciona de forma automática al encontrase en algún de estas situaciones)
Características de una persona furiosa
Fisiológico
La ira afecta nuestro sistema fisiológico aumentando el ritmo cardíaco, la presión arterial, tensa la musculatura corporal y el incremento de adrenalina. Por esto la energía y fuerza extra que sentimos
Emocional
El ataque de ira, emocionalmente se caracteriza por descontrolar nuestra forma de razonar, por esto la persona no puede controlar esos impulsos, termina siendo cosa de la que se puede lamentar.
En conclusión la ira tiene tanto beneficios con consecuencias, dependiendo la situación en la que nos encontremos. Por ejemplo, en una discusión familiar es preferible controlarla, aunque en un conflicto personal con una persona conflictivo esta puede prepara nuestro cuerpo para una posible amenaza .