Gracias a una mañana de inspiración entre ensueños cargados de vibrantes notas al estilo sabinero y un suave pero arremolinado aroma de asado que envolvió a nuestro amigo @Matuca hoy contamos con el RETO: LOS 5 POST QUE MÁS ME GUSTARON.
Para los cuatro post que quedan de este reto quiero aprovechar la oportunidad para volver a publicar los cuatro capítulos de mi cuento «La Sangre de mi Hija» ya que aún no he publicado el final y espero hacerlo tan pronto termine esta serie de re-publicaciones ;D
«La Sangre de mi Hija» es una historia cuyo género predominante, o plato principal, es la Ciencia Ficción, sin embargo se entretejen otros géneros que espero le den más fuerza y atrapen al lector: unas pizcas de humor y terror, un suculento postre de suspenso, y algo que no esperaba, pero que simplemente surgió cuando lo escribía: varios cócteles del género de «superhéroes»… ¿Y cómo se supone que mezclaré todo esto en un cuento? Mi querid@ amig@ espero que se quede para averiguarlo y deguste este plato con todos sus capítulos.
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Me quedan pocos días antes de morir. En este momento me veo como una persona normal, sin embargo mi cuerpo ya comenzó el proceso de canibalizarse a sí mismo debido al hambre; se secará al punto que sólo quede el esqueleto forrado con mi piel. Desafortunadamente el hambre de la que padezco no puedo curarla con los alimentos cotidianos, solo con un poco de la sangre de mi hija, pero ella acaba de marcharse con su madre, y me temo que no volverán.
Antes de refugiarme en esta cabaña abrí mi brazo derecho con el bisturí para interrumpir la conexión entre el chip celular y mi chip cerebral. Eso me dará tiempo antes de que la policía me localice. Encontré un laptop en el sótano de la casa, por fortuna prendió, hace una década que se dejaron de producir, para mí en este momento representa la salvación, no creo que puedan rastrear fácilmente esta antigüedad. Lo malo es que al tener que utilizar mis manos para teclear gasto más energía.
Ya firmé una orden para retirar la droga HR del mercado: es un medicamento potencialmente cancerígeno. No llamé a las autoridades porque sé que me tomarían por un loco si les contara la verdad sobre esta droga.
Pensándolo bien, es solo una excusa: ¡soy un cobarde que teme enfrentarse al último escándalo!
Mi nombre es Andrés Weber González, nací en Bogotá Colombia, era un bioquímico ambicioso ─hablaré de mí en pasado, pues como usted ya sabe, dentro de pocos días exhalaré mi último aliento, y no porque haya dejado de ser ambicioso─. Estudié medicina por tradición familiar y no por tener una inclinación especial para ayudar a las personas. Decidí quedarme a estudiar mi posgrado en Colombia para estar cerca de mi hermana Paula antes de viajar a hacer mi especialización en Alemania; me preocupaba por sus constantes peleas por causas, que se sabía de antemano, ya estaban perdidas. Hoy lamento no haberme quedado trabajando con ella y ayudar de buena forma a construir su sueño de la fundación.
Ramiro, mi otro hermano, se convirtió en la mano derecha de mi padre y se ocupaba de administrar los diferentes negocios de la familia: clínicas, hospitales, farmacias…, para mí fue un alivio poder viajar sin preocuparme de esa clase de obligaciones familiares.
Espero que mi hermana Paula me perdone por todo el mal que hice y dejo constancia que ella no tiene conocimiento alguno de los hechos que voy a narrar; ni ningún miembro de la familia Weber, por supuesto. Yo actúe de forma irresponsable y sin contemplar ninguna ética personal ni profesional. Hablo especialmente de mi hermana por ser la persona más cercana a mí: ella recibió donaciones de mi parte para terminar de construir los laboratorios dentro de su fundación, y como era de esperarse, me los prestó para las investigaciones que me llevaron a «crear» la medicina HR, sin saber lo que había detrás.
Me duele el corazón de pensar que mi locura pueda destruir lo que con tanto esfuerzo mi hermana construyó. Lo único que puedo hacer a través de esta confesión es dejar constancia que todo el dinero que recibió mi hermana de mí, es fruto de mis trabajos anteriores como científico, porque alguna vez lo fui, ese dinero proviene del premio nobel que gané, por esa época, honestamente, y de lo que pude salvar de la inversión que realicé en los laboratorios B&TJ en EE.UU, dinero que también procede de mis anteriores trabajos. Las facturas se encuentran depositadas en el Banco Estatal y el gerente solo entregará las llaves a Paula.
Al graduarme decidí especializarme en Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Braunschweig. Todo lo tenía calculado, excepto la pasantía de médico domiciliario que acepté hacer en una de las empresas de la familia. En esa época, debido a los avances de la inteligencia artificial, el mundo estrenaba un gobierno mundial, pero sacar adelante países como Colombia, no era tarea fácil. Fue un año de tortura soportando las quejas de toda esa gente a la que el antiguo sistema de seguridad social del país les quitó la mayoría de los tratamientos, servicios y medicinas a las que tenían derecho, más que un médico, parecía una secretaria transcribiendo en la blockchain mundial de la salud las quejas y reclamos.
Mis años en Alemania, inmerso dentro de mis investigaciones, fueron el paraíso hecho realidad. Mi tesis doctoral fue laureada por mis avances dentro del campo del envejecimiento: descubrí un compuesto químico que actuaba directamente sobre la enzima anhidrasa carbónica en las mitocondrias, impidiendo que aumentara con el paso de los años en las personas, así logré retrasar el envejecimiento entre 30 y 50 años, y por supuesto, todas las enfermedades que trae consigo el deterioro físico en diferentes partes del cuerpo humano.
La fama tocaba a mi puerta, recibía cuantiosas sumas en mis cuentas bancarias europeas por el medicamento que se vendía a nivel mundial, y pronto terminarían las obras de construcción de mi laboratorio en los Estados Unidos…, porque quería más: yo erradicaría el envejecimiento del mundo, al menos de los que pudieran pagar.
La tarde del martes 15 de febrero de 2030, mis seis socios y yo, realizamos la última inspección del imponente laboratorio, todos quedamos satisfechos con la inmensa labor que finalizaba, la inauguración tendría lugar en un mes. Nos colocamos cascos de obra para tomarnos una foto y luego brindamos con los ingenieros. Esa tarde sentí que me había quedado corto en mis sueños de grandeza.
─ ¡Brindo porque el Laboratorio B&TJ sea el más poderoso que la humanidad haya conocido! ─dijo un socio levantando el vaso de Whisky.
─ ¡El más poderoso e inmortal! ─agregué con una sonrisa de oreja a oreja. Frase que causó risa y a la vez aprobación. Justo en ese momento de gloria el chip del celular en mi muñeca proyectó un holograma con una llamada─.
─Dr. Weber, llamada desde el Comité Nobel de Noruega ─dijo con su voz sensual mi asistente inteligente.
─Muy buenas tardes Dr. Weber, soy el Dr. Blom, representante del Comité Nobel de Estocolmo. Lo llamo para darle la gran noticia de que el comité acaba de nombrarlo Premio Nobel en Medicina 2030. ¿Qué mensaje quiere enviar usted al mundo con este premio? ─En ese aún más glorioso momento entró otra llamada.
─Dr. Weber, llamada en espera de su hermana Paula. ─Se presentó este mensaje y la pantalla holográfica se dividió en dos: en el extremo izquierdo el Dr. Blom, y en el extremo derecho, mi hermana Paula con su rostro bañado en lágrimas.
No supe qué hacer, me sentí un poco bipolar, era una situación extraña; todos a mi alrededor esperaban mi respuesta al representante del comité, el cual esbozaba una gran sonrisa en contraste con la proyección de mi hermana.
─No sé qué decir Dr. Blom.
─No se preocupe Dr. Weber. Tómese su tiempo. Me gustaría preguntarle: de acuerdo con las investigaciones que usted está desarrollando, ¿qué avances puede esperar el mundo en los próximos 10 años en materia de envejecimiento? Le recuerdo que esta conversación está siendo transmitida al mundo en este momento.
Mi hermana envió un mensaje a través de su chip cerebral que de inmediato se proyectó, al tiempo que su imagen desaparecía de la pantalla:
─Nuestro padre y hermano han muerto en un accidente. Por favor regresa a casa, te necesitamos.
─¡Espera, no cuelgues, por favor! ─contesté olvidando por completo el enorme compromiso social que me envolvía en aquel instante.
─¿Cómo dice doctor Weber? ─interpeló el representante del comité esperando mi respuesta.
«Nuevamente me quedé paralizado, estaba en shock: “¿cómo era posible que en un segundo el mejor día de mi vida se transformara en el peor?” Me quedé pensando en enfriar rápidamente mi cabeza y responder a la pregunta que me hacía el Dr. Blom; luego viajaría a Colombia… “Mi padre y mi hermano estaban muertos, no era una broma”».
─Dr. Weber, ¿pasa algo? ─Nuevamente el representante del comité y mi boca paralizada.
─ No, Dr. Blom, disculpe, algo de interferencia…, estoy muy emocionado por esta noticia. Gracias a todo el comité por esta decisión. Y la respuesta a su pregunta…, creo que en los próximos 10 años el mundo debe prepararse para la inmortalidad, al menos desde el punto de vista biológico. Mi equipo y yo trabajaremos hasta el cansancio para lograrlo ─contesté como un autómata.
─ Gracias por compartir sus pensamientos con nosotros Dr. Weber. Nuevamente le enviamos nuestros respetos y agradecimientos por sus investigaciones que han cambiado al mundo y traído una gran esperanza a la humanidad… ─Temiendo que volviera a preguntar, di la orden a mi asistente inteligente para que enviara un mensaje al Dr. Blom de fallos en la comunicación. No era la primera vez que recurría a este método para terminar una conversación; tenía programada una orden que se ponía en marcha con sólo pensar la palabra «stop»; mi asistente la leía en mi chip cerebral y ponía en marcha el mecanismo: esto era muy útil con vendedores molestos.
Terminé mi vaso de whisky de un sorbo. Mis socios me miraban sin pronunciar palabra.
─ Hoy es una gran fecha para mí. Todos mis esfuerzos y sueños se consolidan con grandes éxitos y un futuro muy prometedor…, sin embargo, la amargura también me invade, mi hermana acaba de darme la noticia de que mi padre y mi hermano han muerto en Colombia
«No sé de dónde salieron esas palabras… era un discurso… ¡en lugar de salir corriendo a tomar el próximo vuelo a mi país, me ponía a dar un discurso a mis socios! Supongo que mi pedigree social salió a flote, lo extraño era que nunca me había percatado de ello hasta ese momento, me sentía vacío… ¡Ah, el poder de la muerte! Estaba viviendo una paradoja, le había dado más años de vida a mi familia gracias a mis investigaciones y de acuerdo a mis cálculos pronto les daría la eternidad… ¿Y ahora?: ¡Mi padre y mi hermano estaban muertos!»
─¡Dr. Weber, qué noticia más lamentable! Supongo que tomará un vuelo a Colombia. Déjeme le presto mi avión privado para que no pase por los inconvenientes de un vuelo imprevisto en una aerolínea ─dijo mi principal socio, Jonathan Dankworth.
─Gracias Dr. Dankworth, no sé qué decir…
─Comprendo su confusión. Déjeme hago unas llamadas y pronto podrá reunirse con su familia ─otro de mis socios y compañero de investigación, el Dr. Max Parsons trajo otro vaso de whisky y una silla para que me sentara mientras el Dr. Dankworth arreglaba todo.
La historia me parece apasionante, aunque ya la he leído me va bien para refrescarla en espera del final.
¡Grande @fanisk!
Creo que esta historia te va a quedar tatuada en el inconsciente de tanto leerla Valki jajaajajjajajajaja ¡Abrazos!
Extraordinario. El relato me atrapo muy bueno sobre todo por todo ese suspenso que hay en el ambiente y la tecnologia alli plasmada realmente se pudiera llegar a realizar, lo he leido en varios libros de divulgacion. Sencillamente muy bueno, espero otro capitulo mas de tu historia.
Gracias @ricardo993 ¡Abrazos!
Hola saludos cordiales @faniska, estoy complacida de leerte, wow me encanta la lectura de calidad y esta tiene cara de premio dorado, me gusto mucho la manera en que entretejes los elementos narrativos, descriptivos, las imágenes literarias y toda esa riqueza de aspectos que a mi en lo particular, me pone a "parir" jeje .Te deseo mucho éxito mi niña.
Muchas gracias @sincroniadivina por tus hermosas palabras de apoyo. Espero tus visitas <3 y poder retribuir en algo tu bella disposición hacia mis escritos. Veo que te gustan los temas espirituales, a mí también, por ahí tengo algunas historias que tratan de esos temas con más profunidad: «La doctora Carol y la pata de mono» y «La enfermera Lou: siempre hay una primera vez» Un abrazo.
Qué buen relato, amiga @fanisk . No lo había leído así que me encanta que l hayas re-publicado.
Abrazo
Abrazo @mllg recuerdo que comentaste en un capítulo de esta historia hace un tiempo, este es el primero :D