¡Muy bonito! De pequeña, a mi me gustaban también las siluetas que se puede ver en las manchas de la corteza de algunos árboles. Y una tradición antigua de los niños rusos, echar la cera de la vela al agua fría y por la silueta adivinar el futuro (a mí, siempre me salían animalitos, y ahora tengo dos hijos que son muy bichos, jeje)...
je je je, esos hijos bichos deben ser hermosos.
Cuando somos pequeños nos admiramos con todo, es bueno recordar eso, salir de lo cotidiano y encantarse de nuevo.