He escuchado muchas veces esta frase, y creo que cada año significa cosas más profundas para mí. Antes y gracias a nuestros sistemas educativos latinos, tercermundistas hasta la medula, creía que quien ganaba era aquel que encontraba la manera perfecta para no equivocarse, y así es en el sistema educativo, por eso cuando un alumno no comete errores en un examen, obtiene un 100 ; si aprendió a ser cauteloso a la larga eso se convierte en un hermoso cuadro de honor demostrándole su control absoluto de lo que le enseñaron, por ende, es mejor alumno que todos los demás.

Al pasar los años, veo a esos alumnos de calificaciones perfectas, trabajando para los que apenas pasaban las materias, y muchas veces me he preguntado, ¿Qué pasó? Porque el mejor en el estudio, en la vida real, no le va tan bien, y al que en el estudio no le iba tan bien, a la larga termina en ocasiones mejor posicionado.

La respuesta es fácil, los alumnos que tienen dificultades en los estudios , siempre están pensando en muchas otras cosas que les atrae más que unos libros de texto escogidos por alguien más, es por esta razón que muy pronto descubren que equivocarse es parte del camino para llegar al éxito, mientras que muchos alumnos de calificaciones elevadas, nunca descubren esto, por su afán por ser los mejores en sus clases,lo cual provoca una crisis al intentar hacer algo diferente cuando terminan sus estudios y se topan con la frustración de un error, estando ya en su etapa como adultos, siendo más difícil comenzar a aprender, que equivocarse es el camino correcto.

Entonces, como leí por ahí Mahatma Gandhi decía que «cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer» seamos desobedientes de esa parte de nuestro sistema, porque lo malo no es tener notas perfectas o notas que apenas dan la talla; esto no tiene nada de malo, ni de importante.

Lo importante, es atreverse a tomar decisiones, caer en el intento de lograr algo, aventurarse en metas desconocidas, en aventuras que esperan a que demos el primer paso; es bien sabido que buenas notas impulsan nuestros currículos pero no son lo único, seamos la generación que se animó a tomar decisiones, a lanzarse a la incertidumbre de no saber si tenemos o no razón, seamos la generación que aprendió a usar al sistema, y no, los que fueron usados por el sistema. Mi deseo para ustedes, que tengan profundos errores que contengan grandes lecciones, y así construyan sus grandes éxitos.

Pienso que la clave se trata de entender, sí, entender es la clave del éxito y la clave de salir ganador, en cualquier esfera en la que te muevas, o me mueva, la clave es intentarlo, y si fallamos, volverlo a intentar, no hasta que nos aburrimos, sino, hasta que los sueños se cumplan.