Es miércoles, mitad de mi primera semana de clase. Mi mente juega a ser trapecista de un circo, haciendo maniobras para no perder el equilibrio. Si salgo sana y salva de este semestre sabré que soy bien fuerte y capaz de todo. No, no estoy exagerando las cosas. Si supieras toda la historia completa créeme que me entenderías.
Ya que no tuve otra opción, me tocó meter todas las materias en las que tendré como compañeros a mi ex y su novia. Aseguro (con la palma de mi mano en el pecho y por las galletas de mantequilla de maní que son sagradas para mí) que el muy imbécil no me interesa, es más me da asco. Pero lo que realmente me molesta es que se la quiera dar de Pepsi del desierto cuando está con la novia (que es bien fea la pobre, pa' mi que fue un amarre el que le hicieron al Luis -así lo llamaré-) y no sé si es que intenta incomodarme o que coño. Pues lo hace.
Con lo poco que me han leído (y si lo han hecho, jeje) se abran dado cuenta que no soy muy tolerante que digamos.
Retomando lo de mi primera semana de clases... he llegado tarde a todas las materias porque que fastidio con levantarme temprano, agregándole que nunca recuerdo los salones. #QueDuraLaVidaValeJEJE
Momento positivo del post
Fui a la ginecóloga porque esta niña que ta' aquí necesitaba una nueva receta para anticonceptivos. Y ya los tengo :D :D Todos necesitamos acción en nuestras vidas mientras somos responsables, ¿verdad que si? Pos si.
Eso es todo por este post, trataré de actualizarlo hasta la fecha actual.