Viaje al espacio. El hombre ha pasado de ser un mero animal guiado por sus instintos más primitivos, a una especie con gran capacidad social que le permite la organización y sometimiento a normas de común arreglo y otras muchas más resulta de imposiciones en detrimento de unos contra otros, y esto no sin ciertas reminiscencias de un instinto depredador como marca de su pasado. El hombre como especie hoy ya ha alcanzado altos índices de desarrollo cultural, espiritual, científico, tecnológico, político, económico, social, y de avances de perspectiva como especie. No sin ello plantearse dilemas como especie que piensa y razona su futuro en el largo plazo, partiendo de la consciencia que sobre sí recae la culpa del deterioro de su hogar, la tierra. Y es que su acción sobre el planeta ha sido tal que arroja índices de explotación y abuso abrupto con el planeta azul, difícil de corregir, por lo menos en el corto y mediano plazo. El hombre en este contexto de crisis va tejiendo en su imaginario colectivo la posibilidad de trascender su vida en el mundo, y conquistar el espacio que crece delante de sí; y es que una escena explícita de ello es el cuasi-infinito número de obras de teatro, revistas, comics, series, películas – como Star Wars y Wall-e –, y diversas expresiones culturales que el hombre ha hecho de la vida en el espacio, de la posibilidad de encontrarse con seres inteligentes, con vida desarrollada, de explorar los confines del universo en busca de hacerse con la mayor cantidad de recursos para seguir la expansión de su dominio. Todas las noches el hombre sueña con conquistar el espacio. Todas las noches observa con celo a los cometas, a la infinidad del número de galaxias, del multiverso, de agujeros negros, materia y energía oscura, en fin, cantidad de misterios que se le presentan y son inexplicables en tu totalidad, aunque esté afanado intenta comprenderle. Estos son pruebas que el hombre aspira ser, ya hay propuestas de colonizar marte, de galilea una de las lunas de Júpiter, y eso en principio porque ya se estudian los llamados exoplanetas, aquellos similares en condiciones específicas a la tierra (como su cercanía respecto a la estrella, tamaño, composición física, elementos químicos presentes, entre otros). La ambición del hombre ya comienza a ser percibida y digerida por la mayoría de la especie. Elon Musk ya planea para el 2025 un viaje a Marte. El Presidente de E.E.U.U, Donald Trump, ha declarado recientemente que el hombre volverá a la Luna, y “no sólo a dejar nuestra huella. Y nuestra bandera.” Y es que declaró querer “utilizar la luna como plataforma para viajes a Marte. Y algún día, a otros mundos.” Pensar que el planeta no da para más justificando la continua y acelerada destrucción de recursos para crear tecnologías y formas de colonizar otras tierras, no es una medida que nos asegure la supervivencia de la especie, ya que si el patrón no se corrige, será propenso a repetirse. Para ello Se plantea huir en una peligrosa expedición por el espacio. Su legado debe extenderse hasta los confines del universo. Pero… ¿Cuántos son los que podrán huir? Hay que analizar la respuesta a esta pregunta y replantearnos si realmente el huir sea la solución.