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El sexo es una de las cosas más importantes en la vida, e indiferentemente de la etapa en la cual nos encontremos tendrá una influencia mayor o menor. Polifacético y con la capacidad de estimular y relajar al mismo tiempo, además de ser motivacional y placentero; mejora el humor y eleva la autoestima, y por supuesto sirve para quemar una que otra caloría por ser un excelente ejercicio.

Y aunque para muchos podría ser algo disparatado, aún a pesar de la edad las personas siguen aprovechando de todos estos beneficios. Ese es el caso de una mujer de 70 años que sin tapujos habla de cómo es su vida sexual, más allá de lo que se pudiera imaginar, del tabú y hasta de los mismos prejuicios. No olvidemos que hay muchas personas que a esa edad toda su vida han considerado al sexo solo como herramienta para procrear y fuera de este propósito es impuro y sucio.

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Hace 50 años a las mujeres se les tenía una prohibición no declarada, en la cual no podían opinar, exigir o preguntar sobre temas sexuales. Aquellas que se atrevían a buscar a sus esposos eran mujeres alegronas, y que Dios no permitiera que una “mujer decente” le estuviera haciendo insinuaciones a su propio marido. Cosa que no es nada más que un absurdo tan grande como el apetito que muchos pueden guardar a pesar de estar cercanos a las 7 décadas sobre esta tierra.

En esta etapa aún se conserva la mente abierta aunque sin irse a campos tan extremos como el sadomasoquismo o los rituales que involucran inmovilizaciones corporales. Así lo manifiesta la señora Juana María* mientras se acomoda en un mullido sofá mientras bebe un té de hierbas.

Es tan normal como necesario

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Lleva un matrimonio de 45 años en el cual dice que la clave para que todo sea más fácil y llevadero es la comunicación, y que hay que sacar esas represiones y esos tabúes que impiden vivir de la sexualidad de manera total y libre, lejos de vergüenzas o roles asignados. En su caso, comenta, le fascina que su esposo José Pérez* la acaricie, la apriete, la bese por todas partes y aunque no juzga para nada a los que los utilizan, dice que los juguetes sexuales no son para ella, pero si comenta como un libro, una película y un aceite que huela rico son elementos que hacen que la pasión se desborde.

“A las personas mojigatas que se les quite a bobada”

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“Tengo muy en claro la importancia del sexo que hay que disfrutarlo al máximo y aquellas personas que no se atreven a experimentarlo de manera plena y libre les digo que dejen la bobada, que es una cosa muy rica, y que mejor disfruten”.

Al final de sus “confesiones” habla de su postura positiva hacia la masturbación y el sexo oral dejando en claro que cada pareja es un mundo diferente y que cada quien debe explorar qué es lo que le gusta.

Y sobre los inconvenientes que vienen con la edad como lo son la disminución de las erecciones, la flexibilidad, eyaculación precoz etc., la señora María Juana nos dice que ha visto gente muchísimo más joven con esa clase de problemas y que son motivados en gran medida por sus propios prejuicios, y que por el lado masculino en su caso admite que a veces sucede que el paso del tiempo cobra su cuota y que en esos momentos ella ayuda entendiendo la situación, y si hoy costó un poquito de trabajo, no importa mañana se mirará si es posible… “uno sabe que son cosas de la edad” termina mientras sostiene la mirada por la ventana.

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*Nombres alterados

Fuentes Imágenes

1,2,3,4,5

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