Aventura en Cazorla, primera parte

¡Hola a todos!

Hace poco, me fui unos días a Cazorla con mi familia.

Día 1:
Nos levantamos pronto para salir a las 9, ya teníamos las maletas hechas y metidas en el coche, ya solo nos quedaba organizarnos: todos los niños fuimos en el coche de mi padre, con él conduciendo, yo delante al lado suya y mi hermano, Rafa, y mis primas, Lisa y Maya, detrás, con Kira sobre las piernas ya que no teníamos más sitio. En el coche de mi madre fueron los adultos, con ella conduciendo.

Al final salimos como a las 9:40. No tuvimos muchos problemas durante el viaje aunque en la última parte que era todo el rato curvas mis primas se marearon mucho.

Al final llegamos a la casa de Cazorla más o menos para la hora de comer así que, después de asignar las habitaciones nos fuimos a un restaurante a comer. El resto del día nos quedamos explorando la casa y jugando en el jardín, al lado de la casa había una finca donde había un caballo y le dábamos de comer hierba y cosas por el estilo.

De cenar solo tomamos un vaso de leche ya que estábamos llenos del restaurante y nos fuimos a dormir. Esa noche pase un poco de frío pero luego no se notó tanto.

En Cazorla hacía mucho frío, para dormir teníamos que llevar ropa térmica, encima un pijama y luego una sudadera.

Día 2:
Ese día por la mañana nos fuimos yo, mi padre, Rafael, Lisa, Maya, su padre, Take, y Kira a dar un paseo por la montaña, la idea era ir siguiendo el río y llegar a una presa por donde podríamos cruzar para volver al pueblo pero está claro que tan fácil no fue.

Primero tuvimos que subir un tramo para llegar a la montaña, después de eso las cosas se nos complicaron más. Llegamos a un claro, pero no había camino así que tuvimos que ir atravesando el bosque, metiéndonos por caminos de jabalí, pero por otro lado estaba chulo, molaba meterse en el centro del bosque y había muchos rastros de jabalí y de ciervo como huellas o excrementos.

Por fin llegamos a un claro donde había unas vistas increíbles, seguimos atravesando claros por un camino que había y pronto encontramos el río, después de eso fuimos por un camino súper bonito al lado del río con unas vistas impresionantes. Seguimos avanzando por ese camino y pronto encontramos la presa pero estaba cerrada y no se podía cruzar por allí. Nos quedamos un rato buscando una manera de cruzar el río y por fin yo encontré un camino por donde se podía cruzar perfectamente.

Desde allí encontramos un sendero que nos llevaba al pueblo. Una vez allí nos quedamos un rato jugando en el parque donde Kira se hizo amiga de una perrita del pueblo que iba suelta por allí. Cuando nos fuimos a casa ella se vino con nosotros y nos siguió. Se coló en el jardín y se quedó allí toda la tarde ¡No había manera de librarse de ella!

Después de comer nos quedamos un rato jugando en el jardín con Kira y la otra perrita (como no sabíamos su nombre la llamamos Hanna) y dando de comer al caballo. Poco después mis primas, mi hermano, Take, yo, mi padre, Kira y Hanna nos fuimos a dar un paseo por la zona, intentando que Hanna volviera a su casa, nos quedamos un rato tirando piedras al río y luego volvimos a casa, parecía que Hanna se había ido ya pero nos siguió y aunque entramos por la puerta de atrás ella rodeó la casa y acabó entrando por delante.

Cuando se hizo de noche yo, mis primas y Rafa nos fuimos al jardín a jugar con linternas, mientras tanto mis padres fueron al pueblo con Hanna a devolverla. Luego vinieron mis tíos con mis abuelos que se iban a quedar a dormir en un hotel, y nos quedamos un rato esperando a que llegaran mis otros tíos de Andalucía con mi primo.

Cuando llegaron, cenamos el delicioso pollo que había preparado mi tía. Luego nos quedamos un rato observando el cielo, estaba lleno de estrellas y se veía la Vía Láctea. Se suponía que esa noche había una lluvia de estrellas pero mis primas mi hermano y yo no aguantamos despiertos así que nos fuimos a dormir.

Y aquí termina la primera parte, espero que os haya gustado. Nos vemos en la segunda parte.
¡Adiós!