Lo que distingue a los excepcionales de los tontos

"Herir a la gente no solo no la cambia, sino que es una tarea que nadie nos agradecerá"

—Dale Carnegie, empresario y escritor estadounidense sobre relaciones humanas y comunicación eficaz. 1888-1955.

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_Fuente.

   Cuando dos personas discuten y se dejan llevar por sus emociones, se insultan, se atacan, se hieren y rompen sus lazos de respeto poco a poco con cada discusión. A todos nos ha tocado ser una de esas dos personas, y sabemos que el resultado de algo así siempre es amargura, orgullo, incomodidad, resentimiento; y en el fondo, tristeza.

   Después de una discusión, cuando buscamos la causa, siempre es común concluir en que "discutimos por una tontería". Entonces vemos que lo mal que terminó todo no era algo necesario para nadie, y nos sentimos tontos. Y tenemos razón, pues solo los tontos discuten a gritos. Solo los tontos no controlan sus acciones, sino que lo hacen sus emociones por ellos. Solo los tontos creen que lastimando a los otros estos van a escucharlos.

   Los tontos, los más tontos, son tan tontos que quieren demostrar su valía, su importancia, que su opinión sea escuchada, y buscan hacerlo a través de insultar al otro, y competir por quién levanta más la voz, o quién tiene los argumentos más hirientes.

   "¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?".

   —Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos. 1809-1865

   Las personas de excelencia conocen bien cómo actúan los tontos. Cuando alguien hace un comentario hiriente sobre ellas, o las aborda con actitud hostil y necia, lo común sería que la respuesta sea del mismo tono o en uno más ofensivo; pero a las personas de excelencia les sale natural reaccionar como lo que transmite la pregunta de Lincoln, y responden al tonto con tanto respeto y simpatía que lo hacen recordar que, primeramente, son amigos.

   Pero reaccionar con tal sabiduría no es algo sencillo. Quizás tome media vida acostumbrarse a pensar así a quien siempre ha sido impulsivo. Aunque ayuda bastante a acortar el tiempo estimado el saber cómo actúa un tonto. Así sabemos cuándo estamos frente a uno, y cuándo actuamos como uno.

   Suena bastante despectivo decir que tales personas son tontas, y la verdad es que no lo son. Es solo una forma de llamar a la actitud reactiva, de manera que nadie quiera ser llamado así. Nadie quiere ser tonto, ni actuar como uno. Y es la única razón por la que los llamamos tontos. Pero la verdad, es que nadie deja de ser importante solo por tener una manera abrupta afrontar una situación complicada. Hay que tener siempre en mente que:

   "Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él".

   —Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta estadounidense. 1803-1882.

   Algo que sabe alguien excepcional, es que debe cuidar mucho lo que se dice a los demás. A veces uno dice algo sin mucha importancia para uno, pero la otra persona se lo graba para toda la vida.

   Cuando yo tenía cinco años, recuerdo que una mañana me cepillaba los dientes, y quería verme en el espejo. Pero como medía a lo mejor un metro, no alcanzaba a verme, así que le pedí a mi papá que me alzara. Cuando lo hizo, yo me vi en el espejo, y muy contento le dije: "¿Viste papi? Ya estoy grande. Cuando era más pequeño, me tragaba la pasta dental, y ya no lo hago". Él me dijo "Sí", y luego dijo algo que, aunque ahora sé que no tenía tanta importancia, lo recordaría como un comentario hiriente durante toda mi vida: "Pero ahora eres más tremendo".

   Las personas excepcionales, cuando alguien está furioso y quiere descargarse con ellas, se toman la molestia de responder a insultos con alagos, y cuidan que, si la otra persona va a recordar algo de lo que digan en esa discusión, ello sea su buen trato y apreciación.

   "Seamos 'calurosos en la aprobación y generosos en el elogio', y la gente acogerá con cariño nuestras palabras y las atesorará y las repetirá toda una vida, años después de haberlas olvidado nosotros".

   —Dale Carnegie.

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Nos estaremos viendo en próximos artículos. Buen día para todos.

Elieser Urbano