La Humildad es una virtud que proviene del cielo, si hiciéramos un esfuerzo por ser humildes no lo vamos a conseguir, ya que la soberbia una y otra vez se apodera de nosotros. La humildad no proviene del esfuerzo humano, es un don de Dios la persona humilde reconoce su dependencia de Dios. Ante los ojos de Dios todos somos iguales, el mejor ejemplo de humildad lo constituye la figura de nuestro Señor Jesucristo.
Para ser grande, primero tienes que aprender a ser pequeño. La humildad es la base de toda verdadera grandeza, que nos recuerda que la humildad es una de las cosas más importantes que debemos mantener.
La humildad no se origina de ser pobre o indigente. Se fundamenta en la virtud y sumisión que es el reconocimiento de nuestras propias limitaciones y debilidades. Reconociendo nuestros defectos y restando la atención a logros y virtudes.
En ocasiones, las personas nos rodeamos de cosas artificiales, y no solo eso, sino que es posible que hasta nosotros mismos nos hayamos convertido, desgraciadamente, “en seres artificiales”. ¿Cómo evitarlo entonces? ¿Cómo volver a nuestra esencia?
-El término proviene del vocablo latino humilitas.
-Ernest Hemingway-
follow back @eli64
Perdona que recién después de meses te escriba algo... Probablemente este comentario se pierda en la antigüedad de la publicación .
Quiero comentar que ante los ojos de Dios no somos todos iguales, y tocante a ese tema, la humildad consiste en reconocer que somos lo más insignificate, inútil y malvado , de suerte que si Dios nos mira es por su misericordia y amor, y eso ya es mucho agradecer, sabiendo que sin duda todos los demás humanos merecen con mayor razón estar constantemente ante los ojos de Dios.
Este es el reconocimiento que nos humilla ante Dios y nos pone al servicio de los demás.