Para los amantes de la física, el tema de las partículas subatómicas representa el santo grial, pues es comenzar a aclarar definiciones que aun ellos mismos no han podido entender, ya que es una dimensión algo compleja y apasionante. Cuando la física comenzó a estudiar la materia desde un plano más pequeño a la realidad, descubrió un mundo que guardaba una cantidad considerable de secretos, que solo mostraba hasta donde sus partículas se exhibían, pues después de un tiempo de estudio, la física empezó a notar cierto comportamiento en la materia, que llamo la atención con respecto a las partículas de tamaño diminuto.

Los físicos han subestimado por mucho tiempo el comportamiento de la materia, ya que la materia se comporta de una forma acorde al ambiente donde se encuentra y esto lo expreso con base, ya que a lo largo de estos años, he podido observar varias prácticas y estudios, que me llevaron a concluir que la materia posee propiedades que se alteran dependiendo el plano donde se observe y el ambiente donde se desarrolle. Ahora bien, cuando se habla de dimensiones que contienen las partículas subatómicas, no se puede colocar estas dimensiones en una definición finita, pues es irreverente hablar que las partículas subatómicas se mantienen en una dimensión constante, ya que si lo llevamos al plano lógico, podríamos expresar, que una dimensión real contiene otra dimensión de menor tamaño y a su vez ésta de menor tamaño contiene otra más pequeña que ella y así sucesivamente.

Es por ello que al momento de estudiar cualquier partícula que se suponga subatómica, se debe tener una perspectiva clara que al momento de estudiarla, solo se está evaluando desde un plano dimensional, que para el ojo humano aún puede ser apreciado, pero que más allá de esa dimensión se encuentra un mundo aún más complejo que lo observado en el estudio realizado. Es por ello que al momento de explicar temas de tan alta complejidad, debemos comprender que la infinidad que enmarca este mundo, no puede dejarse a un lado, ya que es esa infinidad la que hará de cada partícula contenida en la materia, un aspecto a desglosar durante cada práctica que se quiera realizar.

Por otra parte, la sociedad debe entender que todo lo que vemos no es la realidad que creemos, pues dentro de eso que observamos existen infinidades de cosas que no hemos comprendido a lo largo del tiempo y que aun si quisiéramos comprender alguna de ellas, tendríamos que idear un artefacto que nos permita ver mucho más allá de los planos dimensionales que conocemos, es decir, llevar el estudio de la física cuántica, a un nivel no conocido por ningún ser humano. Para poder llegar a comprender estas dimensiones, la humanidad tendría que dejar de suponer muchas cosas y comenzar a entrar en una certeza que permita llegar a un nivel de conocimiento ideal, para ver el comportamiento de todas las partículas subatómicas que se piensen en el infinito.

Para concluir, puedo decir que todo lo que podemos ver y tocar, contiene infinidades de partículas, que hacen de ese objeto u organismo, un conjunto de dimensiones que expresan algo más que la materia; es un espacio que guarda un comportamiento incapaz de mostrar a plenitud todo lo que es en realidad, ya que toda partícula mantiene una interacción con el medio donde se desarrolla, pero que ésta puede alterarse al momento de ser estudiada, ya que todo se resume a la alteración de su dimensión y al traspaso de la misma a un plano disminuido, dando paso así a las infinitas dimensiones que comprenden a las partículas subatómicas.

Autor: @eduardo212

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