¿Cómo acostumbrarse a un trabajo en donde no eres feliz?

Entretanto estamos en un mundo ideal, todos tenemos nuestros trabajos de ensueño en algún momento determinado de nuestras vidas, lo cierto es que todos pasaremos por períodos en los que no nos parecerá agradable nuestro empleo. Puede que hayamos terminado la carrera universitaria y solo tengamos que pagar las facturas, o que tengamos 20 años trabajando y por consiguiente notemos que no es la ocupación indicada.

Sin embargo, si no estás satisfecho con su trabajo actual, deberías encontrar una manera de llegar a un lugar y/o posición en la que preferirías estar. Pero mientras tanto, no tienes que sobre esforzarte para alcanzar dicha meta, de lo contrario quedarías exhausto y no disfrutarías de tu progreso.

A continuación, sugiero algunos consejos que te ayudarán a resistir esos días agobiadores de su trabajo no tan ideal.

¿Qué hacer en caso de que tu trabajo no te haga feliz?

*Primero: ¿Sientes que tu rendimiento es muy bajo? Adaptar tu actitud no estaría mal

¿Sientes que tu trabajo no cumple tus expectativas o tal vez no te agrade tu jefe o compañeros de trabajo?, quizá por esto sientes que no das el 100.
Si no estás haciendo tu mejor esfuerzo, por el motivo que sea, es posible que otros aspectos de tu vida se vean afectados por esta misma razón. Vale, entiendo que no te guste, pero “el hecho de no implica qué”, con esto te quiero decir que pongas tu mejor cara y le pongas ganas al asunto, ya que al hacerlo te convertirás en alguien responsable y al realizarlo créeme que te sentirás mejor contigo mismo, de esta manera estarás unos pasos más cerca de tu objetivo.

*Segundo: Llegar a acuerdos para tu estabilidad emocional

Ni a tu jefe, ni a tu empresa le conviene que estés infeliz, créeme que les afecta más a ellos que a ti. Así que si crees que tus superiores están encima de ti para molestarte tal vez deberías considerar que solo quieren que hagas bien tu trabajo por el bienestar de la empresa.
¿Más trabajo o menos trabajo? Quizá estás saturado de tantas responsabilidades o quizá te sientas aburrido por la falta de las mismas. Trata de llegar a un acuerdo con ellos para lograr un ambiente más adecuado para ti como empleado. Intenta negociar unos días de pocas horas a cambio de unos días de más o un traslado de departamento, ¿quién sabe? Solo tú conoces tus límites y tus necesidades.
Si tú eres tu propio jefe, es más fácil la solución, pues eres tú quien se sobrecarga de tareas; mucho de algo no es bueno, date un respiro, acomoda tus horarios, tómate un día libre cuando lo sientas necesario, recuerda que no eres Superman o la Mujer Maravilla.

*Tercero: Establece metas pequeñas para mantenerte motivado

Si trabajas en el área de ventas podrías establecer un juego personal de conocer gente. Siempre es divertido ser sociable, aunque recuerda, hablar con los clientes no está mal siempre y cuando no afecte tu nivel de responsabilidad, a esto me refiero a que no te quedes horas hablando con ellos descuidando tu trabajo.
Si tienes algún cargo en una empresa, ya sea un oficinista o personal de servicios generales (limpieza, cocina, transporte, entre otros), todo cargo es importante y cada cargo es distinto. Al final de cada día, pregúntate: “¿pude haberlo hecho mejor?” Si tu respuesta es un “sí”, esfuérzate más al día siguiente o si tu cargo lo permite, termina proyectos un día antes de lo esperado. De esta forma sorprenderías a tu jefe, no solo atraerás la atención positiva de quienes te rodean, sino que también te sentirás mejor con el trabajo que estás realizando.

*Cuarto: Búscate pequeños placeres

A menos que sea un completo Grinch, probablemente haya algo que puedas disfrutar en tu día laboral. Algo que esperar dentro de tu jornada. Incluso si es solo el rico almuerzo que prepara la señora Silvia o quizá haya alguien de quien disfrutes compañía, puedes saber que hay una parte de tu día que es agradable.

*Cinco: Decora tu espacio

No estoy hablando de una solución superficial. Ya que estudios han demostrado que un entorno bien decorado influye positivamente en su estado de ánimo y su nivel de satisfacción laboral, esto implica sentirse físicamente cómodo en su espacio y tener los equipos o materiales adecuados para hacer su trabajo. Como la silla, escritorio, ¿tienes suficiente espacio para hacer lo que necesitas hacer? ¿Tienes todo el software adecuado? Si cualquiera de estas cosas es un problema, sácalo. Una vez más, es probable que su jefe simplemente no sepa que es un problema.
Sin embargo, si estás en un cubículo estéril con paredes grises y un escritorio gris y una computadora gris, puede ser bastante deprimente, hay que tratar de que nuestro lugar de trabajo sea agradable. Coloca un calendario que muestre los personajes de tus series favoritas, coloca algunas fotos de tu familia y amigos en tu escritorio, en lo más posible de sentir que ese lugar es tuyo. Incluso algo tan simple como ver una cara sonriente en una foto puede motivarte a ser mejor y recordarte para quién estás haciendo el trabajo.

*Seis: Se habla en serio acerca de tomarse un respiro

El trabajo no es más que otro ámbito del gran conjunto en la vida, y no debe tratarse como algo más. Por lo tanto, recuerda dormir bien, hacer ejercicio, salir a caminar y pasar tiempo de calidad con tu familia y seres queridos. No es bueno dejarse absorber por el trabajo, ya que, si duermes 3 o 4 horas menos, por muy pocas que parezcan, van a repercutir en tu jornada laboral, esto solo para ponerte un ejemplo.
Además, asegúrate de tomarte un pequeño descanso en el trabajo. Una pequeña pausa de 10 o 15 minutos durante la jornada puede ayudar a bajar el estrés que siempre se siente. Aprovecha tu hora de almuerzo lo más que puedas, incluso una pequeña caminata luego de comer para ayudar con la digestión ayuda mucho, recuerda distribuir bien tu tiempo.

*Siete: Desahógate, no te guardes las frustraciones

No es ningún secreto que durante la jornada laboral continuamente sentirás estrés, si bien puedes aliviar la carga, siempre puedes hablar con algún amigo, novia o familiar, ya sabes… algo como: “¿sabes? Hoy fue un día bastante pesado en el trabajo” puede aliviarte bastante. Sin embargo, asegúrate de no ser demasiado público al respecto, no se trata de sobrecargar a tu confidente con tanta negatividad, cuéntale también lo bueno que te pasó durante el día.