Ética para amador (o algo así)

in #spanish7 years ago

He estado leyendo un libro (de la escuela) y me pareció una buena reflexión, esta ocasión hablaré sobre el segundo capítulo: Órdenes, caprichos y costumbres.
Y como es de costumbre, probablemente me salga bastante del tema y tal vez ni hable del tema, pero si no escribo lo que se me ocurre lo olvido.

Este capítulo trata sobre los caprichos y de las órdenes, no es lo mismo que comas por gusto a que por la receta del nutriólogo, también habla sobre las decisiones difíciles, poniendo como ejemplo a unos navegantes que tienen demasiado peso, así que no saben si seguir con el peligro de hundirse o tirar la valiosa carga, pero también hay decisiones por conveniencia, como ir o no con la ropa más vergonzosa, por lo que pueda decir la sociedad, así que la sociedad es esclava de sí misma, imponiendo modas que tienes que seguir para una aceptación social, por más estúpidas que estas sean y que la mayoría de veces imponen los nombres poderosos, en Estados Unidos a veces los nombres poderosos que en una escuela son los niños dominantes del salón imponen algo como pagar una cuota de comida o dinero si no quieres que él y sus sicarios te dejen con fuertes heridas (hasta que el niño sumiso con otro amigo se revela y hace una masacre), los nombres poderosos como artistas de música son el ejemplo a seguir de todo joven de entre 14 y 18 años, después se espera que el joven madure, pero esto es México, aquí la madurez en muchas personas llega como a los 30 años si no es que más tarde, y ya hay niños de 10 años con la mente sexualizada, en mi experiencia he visto esos casos y otros donde los niños fuman en sus cigarros electrónicos, claro, con el permiso de su mamá, yo a su edad jugaba a hacer pasteles de tierra, pero esos niños quieren ser el centro de atención de todos, así que fuman y oyen reggaetón, y está en la decisión de cada quien seguir involucionando a la sociedad o crear un futuro donde los niños se ocupen de sus cosas de niños, seguir alimentando el estereotipo que implicaría tomar decisiones por conveniencia o recuperar la inocencia en la infancia.

Creo que ya había escrito sobre esto, pero esto refuerza mi punto.