El 27 de agosto, el volcán entró en la catastrófica etapa final de su erupción. Cuatro enormes explosiones ocurrieron a las 5:30, 6:42, 8:20, y 10:02; cada una acompañada de enormes tsunamis. La peor y más ruidosa de estas fue la última. Una gran región del estrecho de la Sonda y varios lugares en la costa de Sumatra fueron afectados por flujos piroclásticos del volcán, que evaporaron el agua cercana a la isla. Las explosiones fueron tan violentas que se oyeron incluso en Australia y en la isla de Rodrigues, cerca de Mauricio, a 5000 kilómetros de distancia. La ceniza alcanzó una altura de 80 kilómetros. Se cree que el estruendo de la mayor de las erupciones es el sonido más alto registrado en la historia, alcanzando niveles de hasta 180 dB (SPL) (un baremo del desvío de la presión producida por el sonido y medida en decibelios), a una distancia de 160 kilómetros. Se dice que marineros que se encontraban a 40 km quedaron sordos por el ruido. Las erupciones disminuyeron rápidamente después de aquel punto y no se registró más actividad desde la mañana del 28 de agosto.