Carta para un personaje inexistente.

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Hace tanto tiempo que no sé de ti,
y le hablo a la luna esperando tener alguna respuesta.
Sé que estás bien, y donde estés, trato de llegar a ti.
Tu sombra invade mi mente, mis recuerdos.
En las penubrias de mis recuerdos, lo oscuro, ahí te encuentras.
Urgando en una herida ya abierta, que cuesta cerrar.
Pero no importa, nos soltamos, y la historia que fue de nosotros tuvo que culminar.
Porque sé, que allí donde estés, estás mejor que yo.
No digo que me hagas falta, no en realidad.
Pero añoro lo bueno, donde fingíamos que todo estaba bien, que todo tenía un motivo para ser feliz.
 Me cuesta creer que hace meses atrás como niños tontos nos decíamos "te  amo" mientras que a nuestras espaldas comenzábamos a odiarnos.
Hoy en día, puedo decir casi con seguridad que esas palabras vacías ni tú ni yo nos la merecíamos.
Que hoy, de hecho, eres aún el vivo recuerdo de mi inseguridad y de mi poco amor hacía mí.
Me enseñaste, en lo malo, que no tenía que velar la felicidad de otro sino la mía.
Y sinceramente, te lo agradezco.
Pero en el fondo, no puedo mentirme.
Muy en el fondo,
te quiero.
Te estoy esperando.
Esperando a que vuelvas a hacerme daño.
Sé que suena masoquista, pero extraño tu esencia, tu cabello, tu piel, tu sentir.
 Y espero ansiosamente a que algún día vuelvas, no para pedirte que te  quedes, sino más bien para que me digas esas disculpas que sé que sabes  que merecía.
Eso es lo único que podrá sanar mi herida.
La tonta herida que no termina de cerrar.
 Pero donde sea que estés, ojalá te esté yendo bien. A pesar de que aún  te guarde rencor, y me cueste ser feliz o amar de nuevo por ti.
Porque sí, ya por ti no soy la misma.
¿Recuerdas, cuando lo dije aquel día?
"Después de ti,  nada volverá a ser igual"
Lo cumplí.
Después de ti, pasaron muchas cosas.
Ninguna para bien.
No puedo describir cómo ha cambiado todo, porque ni yo misma recozco cuánto ha sido eso.
Sin embargo, he disfrutado de mucho.
No tengo ni idea si pensarás en mí, aunque me interesa muy poco.
Pero para concluir, sólo espero que algún día el karma llegue a ti.
Y deseo para mí, que en algún momento llegue a olvidarte.

XX D.