Sube, sube, como la espuma…

La arrogancia, es uno de los peores defectos que puede tener una persona, creerse superior a los demás, por tener una mejor posición social, o más éxito en su carrera, es simplemente ridículo.

A lo largo de mi vida, me he tropezado con varios arrogantes, se comportan de una manera sarcástica haciendo alarde de sus virtudes y títulos, muestran sus adquisiciones materiales con un orgullo vano.

Baja autoestima, es la clave de su comportamiento, solo consiguen llenar vacíos emocionales con títulos, talentos y cosas adquiridas, a veces de manera cuestionable, sin embargo, lo necesitan para demostrar su superioridad y no sentirse despreciados, así que siguen subiendo como la espuma…

Les cuento que, malas decisiones administrativas, y hasta situaciones políticas pueden hacer que hasta el imperio más sólido se desvanezca, las circunstancias son tan impredecibles, que hasta el exitoso gerente de una empresa reconocida, pueda perder su empleo, el carro o una casa lujosa también se pueden perder.

Caer de lo más alto es doloroso, más aún si estas rodeado de personas ansiosas de que eso pase, ya que al haber sembrado discordias te recordaran constantemente que todo se basa en la “ley de la gravedad”, y todo lo que en algún momento sube, también baja, incluso la espuma.

Los arrogantes tampoco tendrán amistades sinceras y si logran alguna, le recordarán constantemente que deben cambiar, y es que estas personas no son fáciles de tolerar, más aún si acompañan su arrogancia con mal carácter.

Este post no es una crítica a aquellas personas que tienen títulos universitarios, talentos y un buen puesto en su trabajo, tampoco es una crítica a aquellas que tienen grandes fortunas, y la exhiben, es simplemente un recordatorio para aquellas personas que tienen este defecto…la arrogancia.

En mi opinión, tener comodidades, un buen empleo, un carro de lujo, una casa esplendida es totalmente válido, si los conseguiste con un gran esfuerzo y de manera lícita, pero disfrutar de tus logros con humildad sin alardear y burlarse del resto, es lo ideal.

Este post está dedicado a unos cuantos que conozco y que no se sobreponen al duro golpe de la caída.