En el ensayo “El uso del Conocimiento en la Sociedad”, que se volvió un clásico de nuestro tiempo, Hayek plantea por primera vez su tesis donde afirma que en el equilibrio competitivo, el problema no radica en la asignación de recursos, sino en el uso del conocimiento limitado y disperso. En el desarrollo del texto analizaremos la participación de dichos conocimientos, su necesidad y como aplican a una sociedad compleja como lo es la venezolana.
El problema planteado llega porque el conocimiento no está solo disperso, sino que también termina estando regado entre todos los participantes del mercado. Este conocimiento es el que describe las condiciones particulares de tiempo y lugar que no se pueden llegar a transmitir a un planificador central, y al tener una planificación centralizada se pierde el conocimiento particular. Por lo tanto el problema no venda siendo la planificación en sí, sino quien la planifica.
Al tratar de construir un orden económico racional en una sociedad compleja como lo es Venezuela o cualquier otro país, con grupos con puntos de vista diferentes, el planificador tiene que enfrentarse a diversas situaciones. Tal planificador tiene que conocer las preferencias de cada individuo, en términos de cantidades y de bienes y para ello, deber buscar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cómo son las preferencias de cada uno? ¿Qué tanto prefiere una persona un bien con respecto a otro?, Además de conocer las preferencias personales o privadas de cada uno.
En una sociedad centralizada como lo está tratando de ser Venezuela cada vez más, para poder tener control sobre todos, la cual viene siendo la forma de planificación y control de la ideología comunista, el problema llega en la pérdida del conocimiento particular de cada persona que aporta al mercado; considerada información vital para el buen funcionamiento de la economía.
Teniendo esto en cuenta, ¿Sería posible construir una sociedad económica racional basándonos en la descentralización, donde aporte de cada persona es para un bien individual y no para un bien colectivo para la sociedad?
La respuesta vendría siendo respondida por Adam Smith, con su gran aporte a la economía: la “mano invisible”, el orden espontaneo. Con dicho aporta, Smith, explica que cada individuo persigue su propio interés, pero termina siendo guiado a contribuir al bienestar mayor o de otros, sin siquiera saberlo o proponérselo. Pero no se pretende profundizar en este supuesto, sino explicar más a fondo las consecuencias del conocimiento particular y sus derivados en una sociedad centralizada y con tantos problemas económicos como vendría siendo la venezolana.
Es clave para poder seguir adelante, entender que la búsqueda es de una planificación descentralizada. En el socialismo, es la oficina de planificación la que se encarga, en una sociedad libre hay mucha planificación, pero descentralizada, ya que cada individuo y empresa planifican aprovechando su conocimiento particular para tener una ventaja o mejora personal dentro del mercado, y a su vez esto conlleva a una mejora general o mayor aporte a la economía de la sociedad.
Para la solución del problema planteado es necesaria la descentralización, ya que solo así podemos asegurar que el conocimiento particular de tiempo y lugar de cada uno de los individuos pueda ser utilizado con eficiencia. Y aquí radica uno de los problemas en Venezuela asociado al uso del Conocimiento de la Sociedad.
El proceso de descentralización en Venezuela arranco años atrás, pero poco a poco con la llegada de un nuevo gobierno, el proceso se fue corrompiendo y debilitando hasta casi ignorarse; ya sea por la necesidad del gobierno de tener un mayor control sobre las instituciones o porque en la sociedad no hay un financiamiento o apoyo adecuado y equitativo, puesto que esto ya depende de a qué posición política te inclines.
Un ejemplo claro viene siendo el efecto que ha tenido el gobierno en el sector eléctrico del país. Incluso podemos referirnos siendo más específicos, al Estado Zulia, que viene teniendo una posición política diferente a la del gobierno actual. Años atrás se promovía la descentralización en todos los sectores, incluyendo el eléctrico, mencionado anteriormente; pero poco a poco, todo lo que establecía este proceso se fue ignorando o descartando, tomando acciones justamente en dirección contraria. Eran negados presupuestos, vehículos y todo aquello que ayudara en el desarrollo de dicho sector, simplemente para mantener un control absolutamente centralizado. Esto es lo que pasa en la mayoría de los sectores, para no decir que todos pasan por lo mismo.
La búsqueda de un modelo que debería encaminarse a la descentralización y al uso del conocimiento particular para un eficiente desarrollo de la economía se ve cada vez mas estancado por el control que busca el gobierno actual, provocando una centralización absoluta que poco a poco se va generando. En otras palabras, no es un problema del modelo de descentralización la falla en la economía del país como muchos tratan de culpar dentro del gobierno, sino, que es un problema en la negación de dicho modelo y la falta de capacidad de planificación.
Otro punto muy importante a mencionar vendría siendo el aporte del conocimiento particular a la asignación de precios en una economía descentralizada, y también factores como la escasez en el caso de Venezuela o la falta de producción afectan a los diferentes mercados y a sus precios.
En el caso de Venezuela, la producción, venta y distribución, en su mayoría, llega con un control de precios, llamado “precio justo”, el cual no va acorde con los costos de los productores al ser estos mayores que sus ingresos; generando así, una gran disminución de la producción nacional, puesto que muchas empresas han ido a la quiebra. En este caso particular, la economía no se desarrolla en su totalidad bajo tales parámetros, y la creación de precios, del cual habla Hayek, donde el conocimiento particular tiene un alto impacto, no se ve reflejada, por lo que el conocimiento termina siendo anulado o perdido en todo este proceso.
En la tesis de Hayek, se habla de la importancia de un buen proceso de creación de precios a través de la participación de todos los individuos envueltos en el mercado, usando sus conocimientos particulares para poder amoldar los precios de los diferentes bienes. En Venezuela ese proceso de creación se ve comprometido por las medidas que son aplicadas por parte del gobierno, generando así, un desequilibrio en la oferta y la demanda, y un cambio brusco en otros indicadores de la economía; siendo así día a día es más notable la escasez de muchos productos, el aumento insostenible de los precios, la disminución de exportaciones por falta de producción nacional, etc.
El control que el Estado trata de implementar, guiado por ideales socialistas y comunistas, genera alteraciones en el mercado que contribuyen a un desequilibrio en la creación de precios propiamente elaborados. Las innumerables expropiaciones en el sector privado por parte del gobierno, para tener así un mayor control, terminan eliminando cualquier rastro de conocimiento particular de tiempo y lugar que hay en la economía, generando fallas en la planificación general y una gran disminución de la productividad. La falta de información que poseen estos planificadores, no les da la capacidad de llevar las medidas pertinentes para solucionar el problema de desequilibrio y deterioro de la economía nacional.
Problemas importantes, como lo son la escasez y el aumento incontrolable de los precios, los cuales afectan cada vez más al nivel de calidad de vida del venezolano, se encuentran presentes en el país desde hace unos cuantos años, y llegó para quedarse mientras se mantenga la ideología que tiene el gobierno y mientras sigan siendo implementadas medidas incapaces de sanear un poco la economía del país.
Para controlarlo todo, el gobierno se ha involucrado demasiado en el sector privado, al tomar el control total de las empresas privadas; medida que solo ha generado una notable ineficiencia, que se puede traducir en una falta de productos a nivel nacional, lo cual provoca una disminución de las exportaciones y del ingreso de Venezuela. El estado ya ha demostrado en innumerables ocasiones que es incapaz de llevar de manera adecuada una empresa en este país, ya sea por su falta de capacidad, por su falta de conocimiento o por ambas.
Al enfrentarse el país a un escenario en donde no se tienen presentes productos nacionales que puedan compensar la demanda de los individuos, se podría pensar que el gobierno optaría por aumentar las importaciones para poder equilibrar el mercado, pero la realidad es que gracias al manejo ineficiente del comercio con el exterior y de la corrupción que azota al país nos hemos vistos envueltos en una deuda internacional que imposibilita la entrada de importaciones, ya que una parte considerable del ingreso del país es destinado al pago de deudas extranjeras, y al cese de relaciones de otros países con Venezuela. Todo esto teniendo en cuenta que han sido casi dos décadas con una bonanza petrolera altísimo donde con una planificación correcta, y buen uso de los ingresos nacionales podríamos tener una de las mejores economías del continente.
Todo lo hablado anteriormente demuestra la importancia de una planificación correcta, dentro de un modelo económico abierto y descentralizado, donde el uso del conocimiento particular en la sociedad lleve poco a poco la economía al equilibrio de mercado.