Siempre me ha gustado mirar el cielo.
En silencio, me imagino el sin fin de posibilidades de otras vidas.
De pequeña me imaginaba ser astronauta, estar en un lugar lejano donde no hay sonidos familiares, a excepción de tu respiración... vaya pensamientos.
Al ir creciendo solo iba enamorándome un poco más al observarlo, sobre todo en las noches, era más fácil para mí admirar la belleza, aunque poco a poco fue nublándose para solo verse ocasionalmente.
Un atardecer descubrí la preciosidad, y entendí que el cielo tiene algo para enseñar.
El atardecer, como no hablar de mi pequeña fascinación, es un momento que se tiñe de colores el cielo, que cambia según el mes que la veas pero que sigue siendo hermoso, te muestra que entre todo los cambios que ocurren llega un nuevo momento.
La luna, un día desaparece por completo, dejando todo en oscuridad, esa a la que temes, pero que la luz citadina ahoga junto a unos lejanos sonidos de ladridos o carros fugaces; luego... aparece, con miedo quizás pero que un día se llena de valor y revela la belleza de la luz, una engañosa luz que no es más que el reflejo del sol, que solo nos muestra como un pequeño satélite puede dar una simple luz blanca lejana y perezosa pero que si fijas la mirada te seduce y esconde a las pequeñas estrellas, porque puede iluminar el camino aún en la oscuridad.
La lluvia, porque todos tenemos esos días grises, porque la felicidad es efímera, porque se cuela ese frío, unas pequeñas corrientes que se encuentran dispersas entre la desesperanza y el disconfort... sin embargo, a pesar de todo, el agua, esas gotas refrescantes y renovadoras, que son como una bendición para volver a empezar. Con un poco de paciencia, tiempo y aprendizaje, pasa la lluvia para instalarse la calma, con la formación de un nuevo arcoiris.
Y si del amanecer se trata, que mejor forma de mostrar amor que iluminar la vida de cada persona, llenarlos de energía para empezar el día.
En definitiva, la naturaleza tiene mil maneras de enseñarnos, ¿no lo crees?
"Adquiere para tu vida el ritmo de la naturaleza. El secreto es la paciencia."