En cierta granja había un burro llamado Hortensio, que desde que salía el sol, se mantenía trabajando. No había un minuto en que pudiera descansar, por las noches cuando llegaba a comer un poco, cerca del había una cochina que todos los días le decía: ¡“¡Qué magnífica suerte la mía, que cochina he nacido” !; ¡” ¡Sólo comiendo me paso todo el día, mientras el burro sin descanso de sol a sol, se mantiene arando”! El burro, al escucharla decía: “Sí sigues hablando, cochina; harás que maldiga mi suerte”. Entristecido el burro, pasaba los días; y por las noches tenía que escuchar las palabras de la cochina.
Así, transcurrió el tiempo. Cierta noche, el amo tomó los implementos de matanza, y mientras la cochina le decía las mismas palabras al burro. Este se daba cuenta lo que sucedía, al tomarla y llevarla por el lazo, el amo a la cochina. El burro, dijo: “bendita suerte la mía que arando me gano la vida”. “Mientras mañana, la cochina estará servida.
Buen Post =)
Muy buen post, te estaré leyendo te invito a pasar al mio.