Cierto día Elizabeth paseaba por su largo y hermoso jardín quería despejar la mente ya que su padre la había obligado a casarse con un príncipe el cual era una persona sumamente impotente,mal genio,de carácter fuerte y sobre todo muy bárbaro,desconsolada y sin poder hacer nada se sentó a la orilla del lago y comienzo a llorar sabiendo el destino que le esperaba al casarme con ese hombre.entre lagrimas y suspiros vio a lo lejos un hermoso cisne de color tan blanco como la nieve batiendo sus alas y a la vez nadando de un lado a otro sin rumbo.
-Oh como me encantaría ser un hermoso y libre cisme seria tan feliz.
Cuando de pronto escucha una suave y delicada voz que viene a lo lejos que le dice:
-No llores hermosa dama te vez mas hermosa cuando sonríes, cuéntame cual es el problema ? le replico el cisne que veía cruzando el lago al oír los llantos de la tan desesperada princesa.
Elizabeth se seco las lagrimas y entre una voz temblorosa y seca le contó porque se sentía en un estado tan deprimente y tan triste.
-Entiendo perfectamente tu preocupación hermosa dama yo soy solo un cisme pero eso no me limita a ayudarte para eso estoy aquí.
-Eres muy amable pero como me vas a ayudar ? si le digo a mi padre que no quiero casarme con ese hombre terminare de mal en peor.
-No te preocupes confía en mi, arranca una de mis plumas y ponla debajo de la almohada por tres días y veras que todos tus problemas estarán resuelto.
Y así fue Elizabeth coloco la pluma de cisne tal como lo dijo y espero por tres día, a la mañana del tercer día su madre la despierta contándole que el compromiso no iba a ser posible debido a que el príncipe ya había acordado con otra joven de otro reino para el casamiento y se iban a casar ese mismo día.la princesa no lo podía creer lo que había pasado se puso sus zapatos y salio corriendo directamente al lado con lagrimas de felicidad a darle las gracias al cisne cuando llego efectivamente ahí estaba tan reluciente como siempre y tan lleno de vida.
-Gracias gracias de verdad no sabes cuando te lo agradezco el gran peso que me has quitado encima.
El cisne se poso sobre la doncella y con un leve aleteo soltó un resplandor dorado transformándose en una majestuosa ave de cristal con plumas doradas y pico plateado.
-Princesa que te dije, no llores sonríe que te ves mas hermosa recuerda que los problemas tienen siempre solución solo tiene que tener fuerza y sobre todo creer en ti misma para superarlo y veras que al final de cada tormenta siempre esta la luz.
Desde entonces todas las tardes cuando el sol esta a punto de caer Elizabeth se sienta a la orilla del lado con su mejor y gran amigo el cisne escuchado siempre los consejos y orientaciones que le da ya que es muy sabio y conoce todos los secretos de la vida misma, en un claro del sol cayendo sobre la tardecer.
Qué lindo post, además con muy buena moraleja!
muy buena historia
Que buena historia amigo.