Si es cierto que la chicas también tienen el derecho a ejercitarse, pero ver a una chica el gimnasio es algo distinto en mucha de las ocasiones, además resulta que sí tiene muy buenas facciones físicas atraerá la mirada de todos los hombres del sitio, es algo normal, es cuando encontramos una de las tantas utilidades de todos los espejos del gimnasio.
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Todos los jóvenes se les acercan y le dan uno que otro tips para mejorar sus ejercicios, cuando necesita ayuda con alguna máquina o para transportar algún banco no hace falta pedirla, apenas hace un gesto de incomodidad llega cualquiera a ayudarla.
Todos quieren ser amigos de esas chicas que van a gimnasio muy sexy, pero ellas también se aprovechan, se pone su mejor ropa deportiva, ropa interior sexy, siempre huelen rico y hasta se maquillan para ir al gimnasio. Entonces nosotros los hombres encantados de ayudarles en lo ella demande, algunos tienen éxito en lograr en ser su amigo pero otro solo son usados como papel desechable.
Pero todo esto se acaba hasta con el llega el entrenado acosador, es ese entrenador que siempre está a la expectativa de nuevas personas en el gimnasio para ofrecer sus servicios, pero cuando ven a una chica con las características que describí anteriormente es algo abrumador, pelea por que sea él a quien elija para entrenarla y cuando logra el objetivo, se acaba todo.
Aquel empieza a charlar de manera tranquila con la chica pero luego empieza a mostrarle sus atributos físicos, luego empiezan a hablar de temas personales, hasta llegar el punto de empezar a tocarla en lugares que empieza a incomodar a la ella, pero esto va más allá cuando intercambian número telefónico, el acoso es más intenso, es entonces cuando la chica empieza a tratar de alejarse de ese entrenado que la acosa.
Pero es algo difícil el se acerca a ella apenas pisa la entrada del gimnasio y vuelve a babear a su lado, ella aun intenta esquivarlo pero la insistencia y él nacieron ese el mismo día.
hasta que la obstinación toca a su puerta y tiene dos opciones a elegir, la primera es hablarles con fuerza para que ellos vean que no serás su presa y se vayan en busca de otra que no de tanta batalla, mientras que la segunda opción es dejar de ir al gimnasio para evitar el acoso.
Lo cierto es que en cualquier gimnasio del mundo encontraremos a un acosador, la mayoría de la veces es el entrenador y otras el que siempre quiere ser el amigo servicial.
Excelente post amigo!!
Gracias!!
muy buen post , me gusta ir mucho ir al gym y en realidad son una plaga , aveces pienso si realmente creen los hombres que así conquistaran alas chicas , en realidad he visto chicas que dejan de ir por lo mismo y es triste.
La verdad sii!! son una plaga!! jajajaja